24.JUL.18 | Posta Porteña 1929

LOS PARAMILITARES SON LOS DUEÑOS DE LAS CALLES DE NICARAGUA

Por varios

 

     Pronunciamiento de Leonardo Boff sobre Nicaragua

 

Hace un Llamamiento para detener persecución a manifestantes

 

Queridos compañeros y compañeras del Cenidh y querido José Argüello Lacayo:

Como Presidente de honor de nuestro Centro de Defensa de los Derechos Humanos de Petrópolis, Río, me uno al Centro Nicaragüense de Derechos Humanos que con su Comunicado de apoyo a los Obispos, hace una justa critica al gobierno que está persiguiendo, secuestrando y asesinando sus propios compatriotas. Repito las palabras del Papa Juan Pablo II: no hay guerra santa, ni guerra justa, ni guerra humanitaria, porque toda guerra mata y ofende a Dios. Lo mismo vale para quien comanda semejantes prácticas contra su pueblo.

Estoy perplejo por el hecho de que un gobierno que condujo la liberación de Nicaragua pueda imitar las prácticas del antiguo dictador. El poder existe no para imponerse a su pueblo, sino para servirlo en justicia y en paz.

Nicaragua necesita del diálogo, pero antes de todo necesita que las fuerzas represivas cesen de matar, especialmente a jóvenes. Esto es inaceptable. Nicaragua necesita paz y de nuevo paz.

Cito la más bella definición de la paz, consignada en la Carta de la Tierra, que reza:

“La paz es la plenitud que resulta de relaciones correctas consigo mismo, con otras personas, otras culturas, otras vidas, con la Tierra y con el Todo mayor del cual somos parte’ (n.16 f). Es decir, la paz no existe en sí misma. La paz es la consecuencia de relaciones correctas en todas las instancias personales y sociales. Esta paz, fruto de tales relaciones, es lo que más deseamos al pueblo, al Gobierno y a toda Nicaragua.

Con la solidaridad del Centro de Defensa de los Derechos Humanos de Petrópolis, Río, y la mía personal, nos sentimos unidos a todos ustedes también en oración delante del Señor, príncipe de la paz.

Leonardo Boff, teólogo y presidente del CDDH de Petrópolis, Río de Janeiro.

Petrópolis 21 de julio de 2018

 

Ola de desaparecidos en Nicaragua

HAVANA TIMES – 21/07/18

En Nicaragua se ha hecho algo “normal” que cada día los paramilitares del gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo secuestren y desaparezcan personas acusadas, según listas o fotografías, de haber participado o apoyado las protestas de los últimos tres meses. Se reportan centenares de casos, según los organismos de derechos humanos.

Los paramilitares encapuchados, muchas veces escoltados por policías o trabajadores de las alcaldías, controlan las calles del país y allanan cualquier casa cuando desean, para secuestrar, robar o hasta matar

Una de las víctimas más recientes fue la estudiante universitaria Valeska Sandoval, raptada en la calle el viernes, reportó 100% Noticias

Hace una semana su video, grabado en pleno ataque de paramilitares a la Universidad Autónoma de Nicaragua (UNAN), se hizo viral por sus palabras: “Ya sabemos que vamos a morir, pero moriremos por algo justo. Mamá perdóname, salí a defender mi patria, te amo”

Valeska se encuentra desaparecida desde la mañana de este viernes “cuando salió de una casa de seguridad para buscar comida, junto con sus compañeros Ulises y Danny”, dijo a Acan-Efe una fuente cercana a la universitaria.

Sandoval se mantuvo hasta el último día atrincherada en la UNAN-Managua. La estudiante ya había sido secuestrada y torturada en junio pasado por un grupo de paramilitares.

Mientras una parte de los desaparecidos se encuentran en la cárcel de interrogación conocida como El Chipote, otros han sido llevados a la cárcel El Modelo, con procesos penales y acusaciones inventadas de terrorismo y crimen organizado y sin ninguna garantía legal ni contacto con sus familiares.  Los organismos internacionales de derechos humanos están investigando la existencia de cárceles clandestinas.

Irlanda Jeréz, dirigente de los comerciantes del Mercado Oriental es otra secuestrada.

En muchos casos los familiares no logran saber de la situación de sus seres queridos, ni saben si se mantienen con vida. Entre los secuestrados se encuentran los dirigentes campesinos Medardo Mairena y Pedro Mena y la líder de comerciantes del Mercado Oriental, Irlanda Jerez


Hay decenas de desaparecidos y “más de 400 presos políticos”

 

Cenidh contabiliza 292 fallecidos durante las protestas, entre ellos 20 Policías

 

Vilma Núñez, presidenta del Cenidh: crímenes masivos del régimen y sus perpetradores no son sujetos de amnistía

Yader Luna CONFIDENCIAL 23 julio 2018

La situación de Nicaragua a causa de la represión del Gobierno de Daniel Ortega es “alarmante” porque, hasta la fecha, han fallecido casi 300 personas, hay decenas de personas desaparecidas, torturadas, huyendo, además entre 400 y 500 están detenidas en las diferentes cárceles del país, informó la doctora Vilma Núñez, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh). 

Núñez aseguró que a muchos de los detenidos les “están imputando delitos masivamente”,  perdiéndose el sentido de “juridicidad” porque “los culpan por delitos globales” como terrorismo y en ninguna de las acusaciones aparecen las víctimas individualizadas. 

Para Núñez, las acusaciones “deben tipificar responsabilidades individuales” y no se les puede “acusar por delitos generales”

“Nicaragua está viviendo una situación lamentable, donde realmente tenemos registro que hay entre 400 y 500 presos políticos en todas las cárceles del país”, indicó Núñez durante su participación en el programa Esta Semana.  

Hasta el sábado, el recuento del Cenidh señalaba que solamente en El Chipote había unos 96 detenidos por manifestarse contra el régimen, incluyendo dos adolescentes de 14 años Masaya que fueron liberados el sábado tras estar detenidos durante cuatro días. “Es una cifra cambiante todos los días”, precisó Núñez. 

Quieren imponer el miedo

De todos los detenidos en el país, la doctora Núñez revela que no tienen la información de cuántos están siendo judicializados por el Ministerio Público, pero es una cifra “que va en incremento” porque empezaron culpando a unos pocos y ahora “imputan delitos masivamente”. 

Sobre la detención del líder campesino Medardo Mairena junto a Pedro Mena, así como a la líder de los comerciantes del Mercado Oriental, Irlanda Jérez, la presidenta del Cenidh expresó que tienen como intención “aterrorizar y amedrentar a dirigentes de base”. 

 “Estos encarcelamientos los aplican para crear miedo en la población e incluso generar una lucha de clases, porque la gente podría cuestionar porque encarcelan a unos y no a otros”, manifestó. 

Muchos andan huyendo 

Núñez dijo que al desmantelar los tranques y barricadas en Monimbó, Lóvago y otras ciudades muchas de las personas que protestaban tuvieron que huir para evitar “el exterminio”. 

“Es una tragedia humana lo que se está viviendo, porque hay decenas de campesinos que andan huyendo en las montañas, incluso cargando heridos, después de haber estado en esos tranques”, explicó la presidenta del Cenidh. 

Reveló que, según los nuevos estándares internacionales, una persona de la que se desconoce su paradero de inmediato es considerada “desaparecida”. 

“Cuando la Policía detiene a alguien, y oculta donde está y por qué lo detiene, es (considerado) desaparecido porque las normas que regulan la figura de la desaparición forzada no establece plazos. Inmediatamente que no se sabe dónde está una persona que ha sido capturada por las autoridades, es un desaparecido”, precisó. 

Hay decenas de torturados 

Recientemente el estudiante Marco Novoa, fue el primer joven nicaragüense en denunciar públicamente la existencia de una cárcel clandestina en la que fue torturado durante una semana.

Al respecto, Núñez dijo que ellos acompañaron el caso y es una declaración “valiente” que desnuda la crueldad con la que actúa el régimen de Ortega. 

“Yo que fui una torturada, puedo decirte que su caso es auténtico. La forma cómo lo dijo, te puedo decir que no había ninguna representación, ni manejo (…) es digno de encomio que haya tenido la valentía de relatar con toda la crudeza todas las barbaridades que le hicieron”, indicó. 

El Cenidh ha recopilado “muchos testimonios de tortura” sobre todo de las personas que son liberadas, tras estar detenidas en El Chipote e incluso en La Modelo. 

Al no tener acceso a que el Instituto de Medicina Legal realice exámenes y registre las torturas, esta organización de derechos humanos realiza una “documentación artesanal” con fotografías y relatos de las víctimas. 

Sobre la existencia de cárceles clandestinas, Núñez indicó que no han podido comprobar su existencia, pero tienen denuncias y en al menos tres casos tienen información de que eran “estructuras” de la Policía Nacional. 

Mencionó que algunas víctimas denunciaron detenciones arbitrarias en la antigua cárcel La Esperanza, en dos unidades policiales cerca del Memorial Sandino y otra en Carazo. 

El recuento de los muertos

El Cenidh ha identificado, hasta la fecha, 292 personas fallecidas durante las protestas que iniciaron el pasado 18 de abril. 

El presidente Daniel Ortega refirió el pasado 19 de julio que 22 oficiales de la policía han fallecido durante los tres meses de protestas. Al respecto, Núñez insistió en que como organismo de derechos humanos “no han hecho separaciones” y en su lista incluyen a todos los asesinados, incluyendo los paramilitares. 

El Cenidh ha contabilizado al menos 20 policías fallecidos y unas 30 personas entre paramilitares o personas afines al Gobierno de Ortega.

No cabe amnistía 

La dirigente del organismo de derechos humanos precisó que los delitos que se han cometido masivamente durante las protestas “no son susceptibles de amnistía” porque ya “pueden tener las características de delitos de lesa humanidad” porque “son delitos de exterminio”. 

El expresidente de Costa Rica y premio Nobel de la Paz, Oscar Arias, recomendó esta semana la “intervención” de la Corte Penal Internacional en la aguda crisis sociopolítica nicaragüense. Al respecto, Núñez dijo que tendría que estudiar bien el caso porque Nicaragua es uno de los cuatro países del mundo que no se ha adherido al Estatuto de Roma, que rige a ese organismo.

“Pero definitivamente hay otros mecanismos internacionales para que esos delitos sean juzgados”, manifestó. 

 

El 19 de Julio de 1979 renació el 19 de abril del 2018

 

José Corea - El Socialista Centroamericano 19/7/18

Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)

El 19 de julio del año 1979 triunfa la revolución nicaragüense. El dictador, Anastasio Somoza, huye para Miami el 17 de julio de ese mismo año. El ejército sanguinario conocido como guardia nacional fue destruido, así como el Estado burgués. Ahora, 39 años después de la victoriosa y grandiosa insurrección del año 1979, en el mes de abril del año 2018 se inició un proceso revolucionario que poco a poco se transformó en una insurrección desarmada. Igual que en el año 1979 en el 2018 el proceso es masivo, incluso me atrevo a decir mucho más grandiosamente masivo. Las gigantescas movilizaciones y marchas que se han realizado en el año 2018 nunca se produjeron en el año 1979.

Sin embargo, las diferencias históricas son bien marcadas.

La revolución e insurrección del 79 fueron violentas, violentísimas, bombardeos con bombas de 500 libras por aire y por tierra con tanques y tanquetas por parte de la guardia nacional, pero las fuerzas revolucionarias, acaudilladas por el FSLN, tenían armamento para enfrentar la ofensiva militar del régimen somocistas, armamento donado por Venezuela, Panamá, México, por Pepe Figueres de Costa Rica, países europeos, Cuba y armamento comprado por ellos mismos. Al final, la insurrección triunfa y derrota al ejército y régimen somocista. Ahora el proceso revolucionario e insurreccional ha sido pacífico y desarmado.

Otra diferencia determinante entre ambas revoluciones e insurrecciones ha sido la conducción política. En el 79, el FSLN dirigió ambos procesos y tuvo siempre como consigna y objetivo el derrocamiento militar de la dictadura somocista, hasta lograrlo con apoyo masivo. Hoy, no existe una dirección revolucionaria al frente de esa revolución e insurrección pacíficas, más bien sucede lo contrario.

En el terreno del combate físico, detrás de las barricadas, llamadas tranques, cientos de jóvenes combaten con piedras, ondas y armas artesanales, construidas por ellos mismos, a las fuerzas policiales y paramilitares que portan armas de guerra, lo cual constituyen un combate totalmente desigual. En las tomas de universidades participan los estudiantes universitarios y así sucesivamente. Empero, a nivel superestructural han terminado capitalizando ese proceso fuerzas vacilantes en representación de los estudiantes, así como los empresarios, la iglesia católica y otras fuerzas de derecha que, en la realidad, no representan ni responden ni controlan a las fuerzas en combate callejero y físico. Esto está conduciendo a este proceso actual a un eventual impasse, repliegue e incluso a una eventual derrota temporal por parte de la dictadura de Ortega.

La otra novedad de este proceso revolucionario pacífico es que la conducción política y militar de la revolución del año 79, el FSLN, es la organización que juega el papel de contrarrevolucionario. El FSLN y el gobierno de este partido, encabezado por Ortega, juega ahora el rol del dictador Somoza de aquella época, es decir, masacrando y asesinando a los luchadores. Es como una ironía de la historia. A los que antes asesinaba la dictadura de Somoza se han convertidos en los asesinos que masacran a los nuevos luchadores.

A pesar de que temporalmente, de cara al 19 de julio, la nueva dictadura de Ortega ha logrado destruir con 1500 policías y paramilitares, armados hasta los dientes, el último bastión y tranque de resistencia que quedaba en el glorioso, valiente y heroico pueblo de Monimbó, el régimen de Ortega está herido de muerte: odiado masivamente por la mayoría aplastante de la población nicaragüense, reconocido como un genocida, con crisis económica que tiende a profundizarse, aislado internacionalmente e incluso, debilitado internamente en su partido.

Se hace necesaria y urgente la construcción de una organización revolucionaria que oriente y acaudille la nueva oleada revolucionaria que se avecina para los próximos días o meses.

Asimismo, es necesario enfrentar la maniobra de distintas fuerzas de derecha, empresarios, iglesia, el imperialismo yanqui y personalidades políticas de otros países, tales como Oscar Arias, de Costa Rica que plantean el “adelanto de las elecciones” en Nicaragua, porque a Ortega no se le puede decir “… ´váyase ya´, porque, sí, ´váyase ya´, pero ahí queda el caos”. (La Nación, 18 de julio de 2018)

Hay que plantear la salida inmediata de Ortega y su reemplazo por un gobierno provisional de los luchadores, de los que combaten en el terreno, no de las cúpulas que quieren usufructuar la lucha y la muerte de cientos de combatientes revolucionarios populares


Comunicate