28.JUL.18 | Posta Porteña 1930

Argentina: La izquierda con Cristina en defensa de Néstor

Por RyR

 

El frente anti-Macri de cara a la reforma de las Fuerzas Armadas

 

Razón y Revolución·, 25 de julio de 2018

 

Lo que era ya previsible, acabó por confirmarse. La izquierda y el Encuentro Memoria Verdad y Justicia marcharán el próximo jueves a Plaza de Mayo, codo a codo con el kirchnerismo para repudiar el decreto macrista sobre las Fuerzas Armadas.

A primera vista, pueden parecer dos convocatorias diferenciadas.

A un lado, las organizaciones de derechos humanos kirchneristas llaman a movilizar al Ministerio de Defensa a las 17hs., con las consignas “Fuerzas Armadas Represivas Nunca Más” y “No a la militarización de la Argentina”

Del otro lado, el Encuentro y la izquierda convocan a las 15.30hs a reforzar la ronda de Madres de Plaza de Mayo y a realizar un acto a las 17hs. con las consignas “No a los militares en las calles” y “Basta de ajuste y represión de Macri y el FMI”.

Para comprender lo que realmente va a suceder en la Plaza el próximo jueves, hay que poner sobre la mesa una serie de acuerdos a los que se llegó en una discusión entre cómica y dantesca

El circo de Cristina

El día de ayer tuvo lugar la reunión plenaria del Encuentro. Hasta este lunes, el temario estaba centrado en otra “gesta” antimacrista: ultimar los detalles del acto en unidad con los K a raíz del primer aniversario de la muerte de Santiago Maldonado

Naturalmente los anuncios de Macri primero y la publicación del decreto después, cambiaron la agenda y pusieron en el centro de la escena la respuesta a la reforma de las FFAA. De allí que la discusión girara en torno a qué hacer.

Va de suyo que, tras el camino recorrido durante todo el año pasado, la “unidad de acción” con el kirchnerismo en materia represiva es ya un debate saldado para el Encuentro. Nadie, salvo nosotros, impugna eso.

En este caso en particular, lo que sucedió es que los organismos de derechos humanos K primerearon con la convocatoria y pusieron como lugar el Ministerio de Defensa. De esa manera, el seguidismo a la tropa de Cristina implicaba abandonar un lugar histórico, la Plaza de Mayo, y trasladar el eje de la denuncia del gobierno a los militares. Incluso para los más fervientes defensores del frente antiMacri, era una agachada importante. De modo que lo central era definir de que manera se compatibilizaba la “unidad” con la presencia en la plaza. Lo más interesante de todo esto, fueron los alineamientos de los partidos…

En lo que apareció como una clara inversión de roles, los más “duros” frente al kirchnerismo fueron los más conciliadores, y los más embretados en una alianza con los K fueron los más “combativos”.

Expliquemos. El PTS hizo punta defendiendo la existencia de un “salto cualitativo” en materia represiva que obligaba a “golpear con un único puño”. Eso significaba concretamente movilizar con los K al Ministerio de Defensa. El PO intervino en el mismo sentido, proponiendo armar una “columna independiente” que partiera desde la Plaza a las 17hs., y que se delimitara a partir de la denuncia de la Ley Antiterrorista.

En la vereda opuesta se ubicaron principalmente el NMAS, el MST, Venceremos y el PCR. Para ellos, que el acto fuera en la Plaza era irrenunciable. Claro que eso no debía llevar a romper con los K, había que invitarlos a sumarse. El resto de las intervenciones fueron más favorables a esta posición. Incluso fue defendida por Izquierda Socialista, que intervino casi al final por lo cual no sabemos si dentro del FIT había diferencias o sencillamente los compañeros se acomodaron a lo que ya era el consenso mayoritario.

Por nuestra parte, fuimos los únicos que planteamos una posición opuesta a las otra dos. Defendimos la importancia de marchar a la Plaza, claro. Pero denunciando a todos los culpables con nombre y apellido, es decir, a Macri y al kirchnerismo.

Explicamos los fundamentos de esa posición: Néstor y Cristina hicieron escuela en materia represiva y el decreto nº 1691/06 ya contemplaba el uso de las FFAA en materia de seguridad interna, no hay ningún “salto cualitativo”. Para que no quedaran dudas, les leímos a los compañeros el fragmento del decreto. Como siempre, a nuestras palabras se las llevó el viento. Nadie nos respondió. No sorprende, porque no había nada concreto para refutarnos.

Cuando ya quedó claro que el saldo del debate iba a ser la convocatoria a Plaza de Mayo, se comprendió cabalmente porque los más pro K habían sido los más duros. El PCR confirmó en medio de la reunión que el kirchnerismo había aceptado confluir en la Plaza. Era evidente entonces que ya todo estaba cocinado de antemano.

Por eso en apariencia tantos los adalides del Papa como Venceremos estaban tan convencidos de “dialogar” con ellos para acercarlos a la convocatoria del Encuentro. En el fondo, no se trataba de privilegiar el lugar por sobre la “unidad”, sino que esta última ya estaba garantizada. De paso, cañazo: dejaron al PO y al PTS a la derecha de todos.

El legado de Néstor

¿En qué quedó todo? Obviamente, va a ser un acto unitario, salvo que el kirchnerismo falte a su palabra y pegue un plantón. La izquierda cree, sin embargo, que su convocatoria está políticamente delimitada. Eso es completamente falso.

En primer lugar, las consignas centrales -“No a los militares en las calles” y “Basta de ajuste y represión de Macri y el FMI”-, pueden ser perfectamente suscriptas por cualquier cristinista, y de los más tibios, porque todo el problema aparece circunscripto al macrismo.

La convocatoria K, aunque no lo tiene en sus consignas principales, también habla del ajuste de Macri y el FMI. Incluso, marcharon con la izquierda la semana pasada a repudiar la llegada de Lagarde. No hay entonces, ninguna delimitación en las consignas. Del mismo modo, tampoco hay alguna diferenciación sustantiva en el documento de convocatoria. Allí solo se hace mención a que “el gobierno anterior” (cómo cuesta decir Kirchnerismo…) “ya había dispuesto la participación militar en el llamado Escudo Norte e impulsó las leyes ‘antiterroristas’”. Sin embargo, también se habla de un “salto represivo” con Macri. O sea, con Cristina estábamos mejor.

Con todo, el carácter kirchnerista de la convocatoria se revela en su objetivo, que la convocatoria explicita: “Así como derrotamos el nefasto ‘2x1’ a los genocidas, desde el Encuentro Memoria Verdad y Justicia llamamos a la mayor unidad de acción en las calles para derrotar el Decreto 638.”

¿Por qué? No solo porque la unidad de acción comprende la alianza con los represores de ayer, sino sobre todo porque la derogación del decreto represivo 683/2018 de Macri implica la restauración del decreto represivo de Néstor nº 1691/06.

Este último estipulaba que las FF.AA. podían participar en operaciones de seguridad interior si el Presidente lo consideraba necesario. Incluso lográndose la derogación, nada sustancial habrá cambiado.

Una acción verdaderamente independiente tiene que proponerse la derogación de todo el andamiaje legal represivo contra la actividad de la clase obrera y la apertura de todos los archivos de los órganos represivos, para que haya un control de la población sobre esas actividades y se develen los negocios oscuros y el funcionamiento a espaldas de todos. Y tiene que denunciar a todos los que construyeron y sostienen ese andamiaje: Macri, el kirchnerismo y todos los gobiernos que defienden este tipo de sociedad basada en la miseria, la explotación y la represión. Pero todo ello presupone un punto de partida distinto. No se puede marchar con los ajustadores, represores y asesinos de ayer contra los de hoy, porque eso pavimenta el terreno para que vuelvan. La izquierda tiene que dejar de defender el “mal menor” y animarse a abandonar sus ilusiones en el kirchnerismo.

* Derogación de la Ley de Seguridad Interior, de Inteligencia Nacional y de todos los decretos que habilitan la injerencia de las FF.AA. y la inteligencia en la represión interna

* Apertura de los archivos de las fuerzas represivas

* Sindicalización y libertad sindical para todas las fuerzas de seguridad

* No marchamos con Milani

* Derogación de la Ley Antiterrorista

Razón y Revolución


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