En relación a la reciente discusión sobre el contrato firmado entre el gobierno Uruguayo y UPM para la eventual inversión finlandesa en una segunda planta de celulosa, Un Solo Uruguay aclara que el movimiento bajo ningún modo se opone a la generación de empleo, a la inversión y al desarrollo del interior del país, sino que considera que el contrato que brinda una parte del gobierno a una sola empresa extranjera no presenta igualdad de condiciones con respecto al resto de los sectores y es desfavorable para nuestra economía.
El contrato que le ofrece el gobierno a este emprendimiento es inconstitucional, esa razón ya es más que suficiente para reclamar que el mismo no se lleve a cabo, la constitución de nuestro país expresa claramente que Uruguay puede celebrar acuerdos comerciales de diferentes clases, pero para esto establece como mecanismo que los mismos sean aprobados o no por el Poder Legislativo (Artículo 85, inciso 7). Este proceso se ha dado de forma confidencial y únicamente ha sido manejado por un sector del Poder Ejecutivo. Ni siquiera debería titularse “contrato” ya que sólo Uruguay se compromete a realizar cuantiosas inversiones, cercanas a los 2 mil millones de dólares, para que luego de realizadas las mismas la empresa resuelva si sigue adelante o no.
La expropiación de más de 600 padrones, la construcción de una nueva vía férrea, el dragado del puerto de Montevideo, la construcción de un viaducto, otorgar Zona Franca al emprendimiento industrial, la compra por parte de UTE del excedente de energía que genere la misma a un precio ya fijado y por 20 años, el comprometerse a que el río Negro correrá siempre, etc., son algunas de las razones que cómo Uruguayos nos llevan a oponernos y a pedir explicaciones al Poder Ejecutivo.
Desde el surgimiento del movimiento, se ha pedido que se atienda la situación crítica que está viviendo el sector productivo, comercial y de servicios, sobre todo en el interior del país, y no se ha logrado generar una discusión sostenible que permita hacer reconocer por parte del gobierno la crítica situación que se vive.
Por último, el movimiento confirma que el 24 de agosto presentará en torre ejecutiva, junto con otros grupos sociales, la primera tanda de firmas con la petición para que se rescinda el acuerdo. Esta sinergia surge a partir de que existen diversos actores que consideran que el contrato impactará de forma desfavorable, en la pérdida de soberanía, desde la perspectiva económica como a nivel ambiental.
la diaria, humor agosto 7, 2018
En las Fuerzas Armadas creen que durante los 60 y los 70 pueden haber “prejuzgado” a los guerrilleros y quizá “merezcan otra oportunidad”
El proyecto del Poder Ejecutivo para reformar la Caja Militar genera dudas en el Movimiento de Participación Popular (MPP), que lo considera demasiado duro. El senador emepepista José Mujica sugirió incluso posponer el tratamiento de la reforma hasta que se analice la nueva Ley Orgánica Militar. “Yo soy consciente de que hay que reformar la Caja, pero lo único que pido es que lo hagan cuando yo no esté, porque no quiero ver con mis propios ojos cómo tantos años de defender los privilegios de los militares se van por la borda”, expresó.
Varias fuentes de las Fuerzas Armadas reconocieron que están “en alerta”: “Si bien confiamos ciegamente en el MPP, sabemos que a veces, en la interna del Frente Amplio (FA), no todos los entienden”, explicaron.
Un general del Ejército reconoció que allí hay “satisfacción” por el hecho de que “tras la muerte de Eleuterio Fernández Huidobro nos sigan defendiendo así, demostrando que el apoyo no era un capricho suyo o de Mujica, sino una visión filosófica del sector”
El oficial también reconoció que la relación con los dirigentes tupamaros luego de la llegada del FA al poder hizo que los militares “nos replanteáramos muchas cosas”. “Yo creo que si los tupas volvieran a protagonizar un levantamiento armado, los dejaríamos llegar al poder. Seguro que nos tratan mucho mejor que varios sectores del FA, e incluso que algunos blancos y colorados.
Me da la impresión de que en los 60 y los 70 los prejuzgamos. Quizá merezcan otra oportunidad”
Montevideo 6 de agosto de 2018
El Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros, manifiesta su solidaridad con el Pueblo Venezolano, el PSUV, y el Presidente Legítimo de Venezuela, Compañero Nicolás Maduro.
El hermano país ha venido enfrentando una embestida desestabilizadora, la que ha superado a través del diálogo y la consulta popular. Consulta que ha ratificado al Gobierno como opción política avalada por la ciudadanía.
Un nuevo intento de derrocar al Gobierno, ahora más evidente, se traduce en el atentado del pasado sábado 4 de agosto, contra el Presidente Maduro, evidenciando que la estrategia desestabilizadora para hacerse con los recursos estratégicos de Venezuela, no tiene límites.
A partir de una más directa política exterior del norte, América Latina ha ingresado en un clima político enrarecido. El gobierno de los Estados Unidos ha incrementado su histórica actitud injerencista en los procesos políticos de los países no alineados. Dicha situación genera una profunda preocupación.
Llamamos a la izquierda continental, a las organizaciones sociales y al pueblo organizado a fortalecer los espacios de coordinación y cooperación y a profundizar nuestros vínculos para resistir y combatir esta arremetida imperialista, entendiendo que la derecha continental ha venido por todo, y no dudará en la utilización de cualquier medio para alcanzar sus objetivos.
¡Por la Liberación Nacional y el Socialismo!
¡Habrá Patria para Todos!
Comité Ejecutivo
MLN-Tupamaros
(Extraídos del Facebook de HAP)
La forma autoritaria con que Pacheco encaró su gobierno provocó mucho malestar. Tanto los sectores estudiantiles como sindicales y políticos reaccionaron ante muchas de sus medidas, sobre todo las llamadas Medidas Prontas de Seguridad, con las que Pacheco pretendía acallar las protestas.
Se fue creando una dinámica de acción-reacción que el MLN, pese a su inactividad desde el punto de vista de la acción armada estaba capitalizando. Lo hacía a través de elementos que si bien no pertenecían al movimiento participaban en buena medida de sus objetivos. Fue lo que entonces se llamaban simpatizantes o periféricos, algunos de los cuales estaban en contacto con miembros de la Dirección del MLN o con personas estrechamente vinculadas a ellos, como Carlos María Gutiérrez, Guillermo Chiflet, Mario Benedetti y María Esther Gilio, quienes desde las páginas de Época y Marcha trataban de dar difusión a las consignas políticas afines al MLN.
Comenzó a crearse la idea de que "cuanto peor, mejor" y se pensó que cuanto antes se instaurara en Uruguay una dictadura, más abonado estaría el camino para conseguir llevar adelante los objetivos revolucionarios.
El secuestro de Pereira Reverbel hizo que un gran sector de la opinión pública uruguaya dejara de ver a quienes estábamos en la clandestinidad como simples delincuentes y empezara a considerarnos como activistas políticos, aunque empleáramos medios fuera de las leyes, como asaltos y secuestros.
Nuestra coartada era que lo hacíamos con un objetivo político loable -conseguir una sociedad más justa-, a lo que contribuyó en gran medida que la propia policía reconociera que los asaltos no reportaban beneficios personales. Quienes habíamos tenido actividad política o sindical antes de pasar a la clandestinidad y que a ojos de los miembros del Ejecutivo estábamos en condiciones de trabajar en tareas de "reclutamiento" -conseguir nuevos militantes para la organización, con criterios básicos en materia de seguridad y compartimentación, para que no se produjeran los daños que nos habían hecho perder casi un año y medio de trabajo interno- fuimos autorizados a hacerlo.
ntre ellos, Alicia Rey y yo mismo emprendimos esa tarea. Pero el grueso de los militantes clandestinos seguía inactivo, mientras los integrantes de la Dirección rechazaban la posibilidad de discutir los planteos recibidos ante la carga de trabajo que el "reclutamiento" les acarreaba. Tras el secuestro y liberación exitosos de Pereira Reverbel, este trabajo se vio sensiblemente aumentado, ante la demanda de "contactos" solicitados. El Ejecutivo se vio así obligado a elegir a algún clandestino para delegar en él algunos de los contactos solicitados, lo que lejos de eliminar las críticas, las puso más de relieve, ya que las designaciones se hicieron por criterios de confianza o afinidad personal, lo que acabó por romper el escaso equilibrio de la convivencia.
Eso quedó de manifiesto cuando se le otorgó a Tabaré Rivero, que había sido cuestionado antes de diciembre de 1966 por su conducta poco ética y en la propia Marquetalia había sido objeto de sospechas de trabajo divisionista, nada menos que la "formación" de un numeroso grupo proveniente del sector estudiantil. Este grupo, será, un año después, el inicio de la "micro fracción"
La compartimentación impidió que quienes habíamos participado en las sanciones y críticas a Rivero nos enteráramos de tal medida. Evidentemente, no éramos capaces de dejar de repetir los errores. Cuando se decidió liberar a Pereira por la cercanía de la policía al local donde estaba secuestrado, esa decisión no fue consultada con Sendic, que estaba en el interior y no había tenido ninguna participación en la acción en sí, por un acuerdo del resto del Ejecutivo. Dicho acuerdo y no haber sido consultado para la liberación, llevó a Sendic a presentar su renuncia al Ejecutivo, a mediados de setiembre de 1968. Pero antes de presentarla de manera efectiva, la puso en conocimiento de los compañeros con los que mantenía contacto, evidenciando así el poco apego que tenía acerca del cumplimiento del reglamento que él mismo había contribuido a redactar.
Cuando fuimos citados a Marquetalia para discutir dicha renuncia, Alicia me comunicó su deseo de presentar la suya al MLN, por considerar que el trabajo que las mujeres venían realizando en el MLN no era tenido en la misma consideración que el de los hombres.
Después de la liberación de Pereira Reverbel, el comité Ejecutivo había designado a Manera para realizar un viaje a Cuba con el fin de recibir algunos cursos para la fabricación de armamento. En realidad esos cursos formaban parte de la coartada de los cubanos para hacer ver como que alentaban los movimientos revolucionarios en América, cuando en la práctica era todo lo contrario. No soy el único que lo piensa.
Ya Luis Nieto, ex integrante del MLN que revistó como comando en una de las columnas del interior, en su libro La guerrilla innecesaria lo deja bien sentado. En su momento, hablaré sobre esta conclusión. Por esa razón, Marenales sustituyó a Manera en el Ejecutivo. Sendic había presentado su renuncia ante Huidobro y el mismo Marenales, aunque éste ya venía actuando como si fuera miembro de la Dirección, dada su estrecha vinculación con Manera. Ambos compartían un mismo sentido centralizador de todas las actividades y un elevado grado de negativismo a todo lo que proviniera de los miembros de base. Sendic fundamentó su renuncia basándose en que sus compañeros de Dirección, entre los que incluía a Marenales, a los que llamaba despectivamente "kamikazes", le impedían participar en acciones, escudándose en su condición de "líder político" del MLN y que por tanto debía ser guardada su seguridad sobre todas las cosas
En realidad, esa posición era la que casi todos creíamos era la acertada, porque no podíamos concebir un MLN sin la presencia en la dirección de Fabio, como era conocido entonces Sendic. Este, por lo contrario, argumentaba que precisamente por la condición que sus compañeros le adjudicaban, debía participar activamente en el accionar, cuando este lo requiriera, para así poder tener la calidad de cuadro político-militar, calidad que el propio MLN se había adjudicado ya en la primera convención, cuando todavía era el grupo Tupamaros, lo que motivó el abandono del MIR y las Juventudes Socialistas, en enero de 1966
Tras recibir la citación del Ejecutivo para acudir a Marquetalia el último fin de semana de setiembre de 1968 y habiendo discutido en el grupo de "Técnica", como era conocido el reducido grupo que funcionaba en el sótano de Concepción Arenal, el escueto informe elaborado por el Ejecutivo. Alicia Rey, Alfredo Rivero Cedrés y yo, coincidimos en que no aceptaríamos la renuncia de Fabio-Sendic. Alicia nos leyó su renuncia y nos dio a conocer las razones en que la fundamentaba, que no eran otras que el escaso valor que el Ejecutivo daba al trabajo que ella venía realizando ya desde inicios de 1967, a tal punto que el mismo Ejecutivo, que venía centralizando esa tarea, nunca había pedido su parecer en materia de reclutamiento de simpatizantes o colaboradores para aplicarlo en otros frentes de trabajo y la forma displicente con que los aportes de los colaboradores que ella contactaba eran considerados. Rivero y yo opinamos que era la forma centralizadora que el Ejecutivo tenía como método de trabajo la causante de la situación que ella mantenía internamente y resolvimos elaborar un informe en ese sentido.
(continuará)
Este artículo es muy bueno; esclarece sobre las realidades y sobretodo da posibilidades de comprender las falsas promesas del Gobierno.
Raimundo Dinello