10.AGO.18 | Posta Porteña 1936

La Tradición Socialista, ¿ES "BASURA"?

Por ASTARITA

 

En la nota anterior (07.AGO.18 | Posta Porteña 1935) presenté la posición de Engels ante un sonado caso de corrupción burguesa en Francia, vinculado a la construcción de un canal en Panamá. Ahí mostré cómo Engels recomendaba a los socialistas aprovechar el affaire para denunciar al régimen burgués, sin detenerse a diferenciar entre “corruptos progresistas” y “corruptos retrógrados o derechistas”

Rolando Astarita [Blog] 9 agosto 2018

Los socialistas, decía Engels, debían denunciar a la república burguesa como “una república de hombres de negocios”, sin dejar espacio para compromisos con las fracciones de coimeros y encubridores. Y sostuve que este criterio es extensible a Argentina 2018

Pues bien, en la sección Comentarios del blog esta postura fue criticada con el argumento de que las denuncias de la corrupción K son funcionales al imperialismo estadounidense (textualmente, al poder soft que promueve el partido Demócrata)

En el mismo sentido, mi crítico también dijo que hay que hablar del LavaJato brasileño; de la corrupción en Arabia Saudita; y de China, no de la corrupción local. Un argumento que va en línea con otras ideas brillantes que circulan por estos días:

“Es todo un show”; “está armado por la embajada de EEUU”; “es funcional al neoliberalismo”; “son solo fotocopias”; “los que denuncian son agentes de los servicios”; “están vinculados a los milicos genocidas” (pero no a Milani).

Por supuesto, en todo esto subyace la idea de que, de alguna manera, la fracción nacionalista burguesa, o nacionalista pequeño burguesa, es progresiva, para la clase obrera y el pueblo, frente a la fracción “neoliberal” de Cambiemos (sobre este aspecto, véase (25.MAY.18 | postaporteñ@ 1910   )

Lo cual explica la coincidencia de discursos, frente a la corrupción K, entre kirchneristas e izquierdistas. Por eso también, dirigentes de la izquierda se cuidan, cuando van a los medios, de criticar a los defensores de la corrupción K. El resultado es una suerte de “unidad de acción” (¿anti-imperialista? ¿anti-neoliberalismo?) de la izquierda “radical” con el nacionalismo burgués.

Sin embargo, el lector del blog agrega otro argumento. Dice que buena parte de la tradición socialista de Marx y Engels es “basura”. La observación es reveladora, porque demuestra que los nacionalistas no aguantan la tradición crítica, internacionalista, subversiva del socialismo. En consecuencia, tienen que taparla con montañas de… basura. Y no es la primera vez que registro esta molestia con “las tradiciones”

Durante la última campaña electoral, cuando escribí que la desocupación no puede eliminarse en tanto exista el capitalismo, y que esta era una de las ideas centrales de El Capital, una lectora se quejó porque la teoría de Marx le parecía un estorbo para “hacer política”. Ahora, sin embargo, se da un paso más y se afirma que la crítica del marxismo a la política burguesa, evidenciada en uno de sus aspectos más revulsivos, la corrupción, es “basura”

Por supuesto, no se trata de un error, de un lapsus. Es que la conciliación con las fracciones “progres” de la clase dominante demanda ese discurso

Por eso, no les basta con haber convertido a El Capital en un texto “para los días de fiesta”. Tienen que ir “a por todo”. No debe quedar piedra sobre piedra de las tradiciones del socialismo científico. Y en particular, tienen que borrar todo lo que huela a crítica del nacionalismo

Por eso, naturalmente, para esta gente la tradición socialista está llena de “basura”. Mi postura, como lo he expresado a lo largo de las notas del blog, es la opuesta. Trato de rescatar esa tradición socialista, a la que considero válida. Nunca mejor sintetizadas las posiciones que nos dividen en la izquierda


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