Leí con interés éste artículo del FPA 11.OCT.18 | Posta Porteña 1958 buscando dentro de la gran bruma desdibujante, que no es de ahora, sobre la política nacional que comenzó con la propia aparición del FA del 71, donde las fronteras de clase deliberadamente se ocultaron para poder ilusionar con la colaboración de clases, que incluía militares y burgueses, debidamente dirigida como socialdemócrata o un poco más a la izquierda nacionalista, enfrentado algo al imperialismo y algo al saqueo, podría ser una salida en aquel momento.
No vale la pena detallar el devenir siguiente de aquéllos días. Millones de páginas lo re analizan hasta el cansancio.
El tema es éste HOY, aun más confuso y enchastrado desde adentro mismo del proceso FAEP. Hay amenaza y hechos concretos de avance de pérdidas de espacios y actividad democráticas.
No voy a hacer aquí un balance de progresismo. Pero habría que marcar y diferenciar su accionar tomando todo el período. Incluso desde su nacimiento.Pero al menos de sus gobiernos desde los 90 en la IMM.
No ayuda el estilo de NO poner nombres y hechos a las denuncias.
De utilizar sobrenombres como hablando entre siempre sabedores de todo, casi en clave carcelaria. Aburre y no esclarece nada.
El no divulgar temas y nombres con claridad, que no sé si por la paranoia a que sean tomados como delatores, es una práctica que por suerte en Uruguay se va perdiendo.
Hay que poner hechos a denunciar, con nombres apellidos y oportunidad, y si es posible, fechas y documentos que se posean si se poseen.
Nombretes y sobrenombres a los hechos, solo se aparecen al lector como una catarsis destinada a la alcantarilla.
No por mí que ya estoy viejo. Y ya vi, y viví y estuve en alguna pequeña historia de las "menores".
Ayudar a pensar a las nuevas generaciones. Aportar a encontrar fórmulas y soluciones y organización y reencuentros o nuevos encuentros, es que obligatoriamente los comportamientos de sectas autoproclamadas deberían superarse. O no. Y seguir cantando solos de moda.
Lo fraternal --o no -- de estos debates entre críticos, no es una aspiración blanduzca. No rehúya a la dureza franca. Si a la manía del insulto. Y he caído varias veces en ese error.
Fraternidad que, tal vez no aparezca en éste mismo escrito que hago, y del cual releído no encuentro mejor forma de rehacerlo, debe primar. Solo intento aportar.
La época marca muy claro que intentando proponer, NADIE TIENE LA VERDAD REVELADA.
Salud. Marcos Rojo... un viejo seudónimo terco.
El robo de 100 mil kilos de leche fortificada de los galpones del Ministerio de Salud Pública sólo fue posible por el caos organizado y generalizado que se instaló en el Departamento de Logística, con presunta sede en el Galpón ubicado en el Km. 1003 de la ruta 11, entre calles Guaycurú y Paso de la Patria de la ciudad de Resistencia.
Sin embargo, para organizar el robo o la estafa no alcanzó con aprovechar un simple y viejo sistema que funciona libre de controles. Fue necesaria la participación de áreas del Ministerio de Salud, de Fiduciaria del Norte y de proveedores. Usufructuaron un desorden organizado y sustrajeron leche destinada a niños de 0 a 2 años de edad en situación de riesgo nutricional, desnutridos, malnutridos o anémicos.
En archivo adjunto enviamos tres imágenes que reflejan una caja de la leche entregada en los Centros de Salud de Resistencia que comprueban que fueron marca “Verónica”, enviadas por el Ministerio de Salud de la Nación, que fue la compradora. O sea que no fueron compradas con fondos del Ministerio de Salud Pública de Chaco a través aparentes concursos de precios administrados por la Fiduciaria del Norte. Las beneficiarias (madres de niños 0/2 años) tuvieron la gentileza de entregarnos cajas vacías, que son importantes porque son pruebas contundentes del desarrollo del documento del Centro Mandela.
En archivo adjunto enviamos la nota publicada en el siguiente link:http://www.centromandela.com/?p=23517
Saludos cordiales
Rolando Núñez, Coordinador del Centro Mandela.
Ante tergiversaciones e interpretaciones equivocadas texto completo de la intervención de Héctor Amodio Pérez en la plaza de Pando, el 8/10/18
Hace 49 años llegué a este pueblo, junto con otros muchos hombres y mujeres. Queríamos cambiar la sociedad uruguaya, porque la considerábamos injusta. Para eso no vacilamos en atacar al sistema constitucional, porque no creíamos en él. Decíamos actuar en representación del pueblo y no vacilamos en desconocer los DDHH de quienes considerábamos nuestros enemigos.
Otros hombres y mujeres, también uruguayos, respaldados por el orden constitucional que nosotros atacamos y actuando también en nombre y representación del pueblo uruguayo, nos derrotaron. Para ello, algunos de ellos también violaron los DDHH
Los muertos de uno y otro lado, han muerto en vano. Los problemas que nos eran comunes a quienes nos enfrentamos entonces, permanecen sin solución y algunos se han visto agravados.
Los muertos de uno y otro lado fueron y siguen siendo utilizados políticamente, pero unos son recordados y otros no. Los muertos fueron uruguayos que nos enfrentamos creyendo que lo hacíamos por el bien colectivo.
Hace más de un año, Diego y yo nos encontramos para hablar de estos temas y cómo no, de la muerte de su padre, producida aquel 8 de octubre de 1969.(Diego Burgueño es hijo de Carlos ,muerto en ese hecho) Poco después surgió la idea de mi presencia en este acto, que pretendo sea el inicio de una nueva etapa y que permita al Uruguay superar los traumas del pasado.
Sé que no será fácil. Hay intereses políticos y económicos para que eso no suceda. Es lícito el reclamo por los desaparecidos. Pero no es aceptable la actitud de quienes reclaman por conocer el destino de los desaparecidos y al mismo tiempo están dispuestos a encarcelar a quienes colaboren en conocer su destino.
Creo que es hora de que nos pongamos a pensar seriamente si de verdad queremos conocer nuestra historia, la reciente, la que todavía nos divide.
Muchas gracias.