27.OCT.18 | Posta Porteña 1963

El rostro del Gran Hermano

Por FERNANDO MOYANO

 

Una opinión personal de Fernando Moyano

 

Juan Martín Posadas publica en la diaria 24/10 una nota "La actividad de los servicios de inteligencia" (1)

Le parece "cargada" la expresión "espionaje en democracia" referida a las actividades de los servicios de inteligencia del Ejército mantenidas luego de la dictadura, que han salido a luz por la comisión investigadora de Diputados.

Juan Martín sostiene que debe decirse aquí “recolectar información” y que "esa es la función de los servicios de inteligencia (una operación sistemática, ordenada por las jerarquías, utilizando recursos humanos y materiales del Estado para recoger información)".

Decimos acá "Gran Hermano" en referencia a esa actividad de vigilancia sistemática, con la salvedad de que en la novela de Orwell el "Gran Hermano los vigila" era algo sabido por todos y proclamado expresamente. En este caso no, peor que Orwell, y es una conclusión a partir de las actividades de la comisión, y de las declaraciones de los jerarcas civiles de los cuales depende, teóricamente, ese dispositivo.

Y digo "rostro" para referirme a Juan Martín, en el único sentido de cara visible, forma de presentación o representación de esa actividad (una vez conocida) en el escenario de formación de opinión. Hay momentos en que una determinada actividad sistemática precisa mostrar un rostro.

Juan Martín omite dos o tres detalles.

La actividad de recolectar información puede realizarse en forma legal, pero a veces es ilegal. Los ejemplos que pone, "una cuenta de correo electrónico, un teléfono celular" son claros. Si se le mando un correo a su cuenta es legal, si la hackeó es ilegal.

Puede hacerse a la vista, o en forma encubierta. Una oficina de prensa de una institución pública o privada recolecta información disponible, por ejemplo sobre su actividad o actividades relacionadas, la sistematiza, y la difunde legalmente al público, es información que ya era conocida.

Un periodista, un investigador, puede ir a la búsqueda de información nueva. Lo hace a la vista de todos y con la autorización de a quienes interpela, con su conformidad.

Hay organismos del Estado que tienen entre sus funciones indagar y obligar a comparecer y contestar preguntas, caso del Poder Judicial. Si hay un presunto delito, se hace. A veces, y con la autorización del juez competente, se hace en forma encubierta en los casos en que la investigación del delito así lo requiera, es excepcional y dentro de mecanismos legales. Y luego esa información se hace pública y se restituye a la sociedad dentro del proceso legal de acusación, con derecho a defensa y las garantías necesarias. Todo eso se hace con recursos humanos y materiales del Estado, pero recursos legalmente asignados para ese fin, conocidos por todos.

Son algunos de los detalles que olvida Juan Martín. Si leo su nota recopilo información sobre él. Si voy a su casa y le pregunto, con su autorización, recopilo también. Si me hago pasar por un plomero para reparar su baño y luego en descuido saco fotos sobre lo que tiene en el cajón de su mesa de luz, también recopilo información. Pero hay una "diferencia de matiz"

El otro tema es el de las "jerarquías". ¿Qué jerarca se hace responsable de esta actividad, quién la dispuso, a quién dio cuentas, cuándo, en el marco de qué? ¿Me "recopilan información" sobre mí, con mi dinero, y si que yo pueda enterarme? ¿Y por qué?

Dice Juan Martín que "los civiles, ex ministros de Defensa Nacional y otros que comparecieron a la comisión se hayan enredado en respuestas ambiguas, infantiles o timoratas...". Claro que eso es algo completamente repudiable, debieron haber asumido su responsabilidad por estas actividades que estaban, o bien bajo su responsabilidad, o bien fueron producto de su irresponsabilidad. O estaban al tanto y las aceptaron o promovieron y ahora no lo dicen porque son actividades claramente ilegales, o estaban pintados allí. Y es evidente que en este último caso aceptaban esa condición, dejaban hacer y preferían mirar hacia otro lado. Y si ese es el caso lo de "ordenadas por las jerarquías" o es una completa mentira, o es una verdad no dicha pero aceptada, la institución militar es un Estado dentro de otro Estado.

Para defender este tipo de cosas, intentar justificarlas, se necesita a veces un rostro, alguien que dé la cara, en este caso Juan Martín.

No se trata, Juan Martín, si se espía a los buenos o a los malos, como ponés en tu nota para agregar un granito más de confusión al tema. No se espía ni a los buenos ni a los malos ni a nadie, sin la autorización judicial correspondiente. Parece que te olvidaste de la Facultad, o tenés la facultad del olvido selectivo.

"Los servicios de inteligencia (en todas partes del mundo) no saben a priori dónde se encuentra la información que interesa y, por consiguiente, tienen que buscar por todos lados: eso es lo que hacen". Dice Juan Martín.

Olvido selectivo. Han habido sonados casos de actividad ilegal en distintos "servicios de inteligencia" en el mundo que terminaron en procesamientos. Pero hay un detalle más.

¿Cuál es la información que interesa? ¿Qué estaban buscando? ¿Para qué? En todo caso la "inteligencia militar" (un oxímoron según aquel personaje de Danny DeVito /2) apunta a un presunto enemigo, en la hipótesis de un conflicto.

¿Quién es acá el enemigo? ¿La sociedad uruguaya? ¿De eso tiene que defenderse la corporación militar?

La hipótesis subyacente aquí es la de Gran Hermano. La sociedad tiene que ser sometida a estricta vigilancia en todos los alcances su actividad. En este caso la institución militar decide por su cuenta que ese es el papel que le corresponde. Pero como es algo se atribuye por su cuenta, la legalidad simplemente no interesa excepto a los efectos de protegerse de ella, por eso es una vigilancia a escondidas.

Espiar: "Observar o escuchar a escondidas lo que alguien dice o hace"

También tenemos esto: "Intentar conseguir información secreta de un Estado extranjero, de una empresa de la competencia, etc."

El estado extranjero acá somos nosotros. Entonces, como estas cosas son muy difíciles de justificar, sobre todo si se hacen con los recursos humanos y materiales que pagamos nosotros mismos, se mantienen a escondidas. Pero cuando al final salen a luz, es necesario que alguien que no sea de la institución militar y no tenga "jerarquía" responsable en los hechos (para que ellos sigan encubiertos), asuma el papel de justificarlas, defenderlas, decir que está todo bien.

Una cara visible, un rostro. Juan Martín.

 (1) https://ladiaria.com.uy/articulo/2018/10/la-actividad-de-los-servicios-de-inteligencia/

(2) Personaje de DeVito en «Renaissance Man» título original; en español “Un poeta entre reclutas”, de Penny Marshall, 1994


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