EL DISENSO- Mariana Escalada & AgustínRonconi 11 Noviembre, 2018
Durante los últimos meses Juan Grabois, un joven proletarizado de Palermo Chico que cambió la vecindad de las embajadas por la militancia cartonera, ha ido acaparando la atención del progresismo porteño. Distintos medios y referentes aseguran que el joven tiene línea directa con el Papa y con Cristina, y sus seguidores lo identifican como “El Hombre Gris” profetizado por Solari Parravicini. Rebosante de mística, va ganando centralidad en la construcción opositora, e insiste en constituirse como el soporte social de la candidatura de Cristina en 2019.
Sin embargo, reconoce que siempre militó en las antípodas del kirchnerismo, que le hace ruido la fortuna de los Kirchner, y que ella tiene que volver, pero “sin los corruptos”, que no menciona con nombre y apellido porque eso “sería muy fácil”. En cambio, siempre se muestra generoso recordando a las personas de buen corazón que fue conociendo en el mundo de la política, como “Pepín” Rodríguez Simón, Horacio Rodríguez Larreta (quién otorgó a la hermana de Juan Grabois 200 mil pesos para la grabación de su ópera prima, entre otros subsidios), Mario Quintana y, sobre todo, Carolina Stanley
A pesar de su origen de clase, que lo hace un interlocutor preferencial entre los paladares negros del PRO, alguna vez Juan Grabois sufrió en carne propia la inescrupulosa explotación del capitalismo. Según su narración en Revista Anfibia: “Tuvo trabajos proletarios: recuerda con precisión sus días atendiendo llamadas de España en un call center llamado Escala Sur“
En El Disenso creemos que los explotadores deben ser señalados con nombre y apellido. A tal efecto nos sumergimos en las actas de los años 2005 y 2006 de Escala Sur, para encontrar que la empresa que proletarizaba a Juan Grabois tenía un Directorio Ejecutivo conformado por tres miembros, uno de los cuales se llamaba… Juan Grabois
Como bien señaló el twittero Leonard61158764, acompañando a Grabois en el directorio de Escala Sur, estaba Kjetil Alexander Knudtzon Torpp, único representante legal en el país de Norwegian Airlines, una de las pocas empresas que se beneficia de un dirigismo económico que le otorga rutas, le exime impuestos y le subsidia los costos salariales.
Juan Grabois se cargó al hombro la pesada cruz de terminar con el neoliberalismo macrista en 2019. A tal efecto, fue una de las piedras angulares de la construcción de Randazzo, “para ganarle a Macri“, en 2017. Desde la CTEP (que fundó en 2011 junto a Pérsico y el Movimiento Evita) hicieron una formidable campaña antimacrista, centrada discursivamente en la necesidad de que Cristina de un paso al costado.
En aquella época, desde El Disenso, explicamos que esa ruptura estaba financiada por la cartera de Desarrollo Social, y respondía a la estrategia electoral de Jaime Durán Barba
En la actualidad, Juan persiste en cargar sobre sus hombros el movimiento que termine con el régimen de Macri. A tal efecto creó dos nuevos espacios políticos en solo 4 meses. En Junio, apenas a 8 días de la media sanción de la ley de interrupción del embarazo, el ungido papal fundó “En Marcha” en sociedad con la líder abortista Victoria Donda. En octubre, como segunda opción, refundó “Patria Grande” con la presencia y tutela de la abortista Gabriela Cerruti. No podemos juzgar el eclecticismo de Juan, porque “Los caminos de Dios son misteriosos como la senda del viento, o como la forma en que el espíritu humano se infunde en el cuerpo del niño aún en el vientre de su madre“ (Eclesiastés 11:5, versión NBV)
En una reciente entrevista realizada por Bigote Acosta a Roberto “pajarito” Grabois en Radio La Red de Rosario (que puede escucharse en este link), el padre del referente cartonero aseguró que Juan “va a esquivar la candidatura a diputado porque el pibe se proyecta, y para eso va de la mano de Francisco“, un aval que es chapa permanente de presentación de los aliados del comprometido Juan.
El dirigente social entró en los radares del gran periodismo el 24 de Julio de 2017, cuando Perfil publicó “Juan Grabois, el amigo perfil bajo del Papa Francisco“ Con abrumadoras reiteraciones, aquella nota explicaba que el dirigente tiene un vínculo amistoso con Francisco, que su amistad es de larga data y que no hace más que afianzarse a lo largo de los años, que estos amigos se reúnen con frecuencia en Roma, que “el joven abogado es uno de los hombres de mayor confianza del Papa en el país“, que se trata del vocero extraoficial del Vaticano en Argentina, desde que el heredero de Pedro le cerrara las puertas a Gustavo Vera, que se candidateaba por Unidad Ciudadana. De hecho, la nota cierra expresando que el dirigente es el “único nexo de Francisco en el país“
Quince días después de la nota fueron las PASO 2017, en las que Grabois jugó enérgicamente por una fragmentación justicialista que favoreció en los resultados a la fórmula del PRO, avalada por Jaime Durán Barba, columnista estrella de Perfil
En otra entrevista con Perfil, Grabois se refirió a la exclusión estructural: “ese sector de descarte que no sirve como consumidor ni como mano de obra, es un problema de gestión, de gestión de residuos, digo yo, aprendiendo con el tema de los cartoneros“
Luego de algunas digresiones, traccionadas por la perenne curiosidad del director de Perfil, el joven asesor pontificio continuó explicando que el desarrollo no soluciona la pobreza, que se necesita crear un escenario alternativo para la generación del trabajo. “Esa es la mirada positivista del capitalismo“, intervino Fontevecchia, y Grabois, dedito en alto, le contestó, “no, no, planificadamente“.
NdeR: siguiendo la doctrina social de la iglesia -187-, la planificación centralizada en las organizaciones que propone el asesor pontificio contrasta con el principio de subsidiariedad, generando un asistencialismo que limita y anula el espíritu de libertad y de iniciativa; claro que estos principios siempre se le olvidan a quienes ostentan el poder de la planificación.
Finalmente, el dirigente cartonero definió su lugar en el mundo, del siguiente modo: “Lo que no quiere ni el capital ni los sectores integrados es que le rompan las pelotas, lo que les molesta es cuando vienen los negros a romperles las pelotas, mientras se queden tranquilitos ahí, no hay problema”, “por lo cual yo le diría a Patricia Bullrich y a Mauricio Macri que nos tendrían que hacer un monumento“, porque al fin y al cabo “no puede haber paz social si nadie se calienta seriamente por lo que está sucediendo en esos 4100 villas y asentamientos que nosotros relevamos, donde viven más de 5 millones de personas“
En el acto de estreno de la película sobre Santiago Maldonado, un grupo de personas irrumpió en el ND Ateneo agrediendo a los asistentes (arrojándoles objetos varios y pintura en aerosol) y luego se dieron a la fuga. La sensibilidad del acto llevó a que muchos pensaran que se trataba de servicios enviados por la ministra Bullrich. A la vuelta de la esquina un grupo de asistentes al evento logró atrapar a uno de los violentos, sin golpearlo. Entonces Grabois intervino, con más ímpetu y agresividad que los captores, para liberar al “agente infiltrado”. Inmediatamente, un cronista presente le puso la cámara adelante y le preguntó por lo ocurrido. En un amasijo de gestos nerviosos, Grabois dijo que “saltó” para que no le peguen al pibe. Luego de la conmemoración cinematográfica, el dirigente cartonero dio a entender que el furioso ataque habría sido perpetrado por agentes de policía, pero que “saltó a defender” para que no les peguen.
Es que la dádiva y la represión son distintas facetas de la misma política, igual que la intervención de partidos políticos. Como se vio en los incidentes con los manteros senegaleses, cuando la fuerza policial no alcanzó para contener la situación, apareció Grabois en su rol de policía bueno, haciéndose encarcelar por los agentes de Larreta (a quien el propio Grabois propone como Jefe de Gabinete de Cristina), para captar a los inmigrantes dentro de su organización, que monopoliza los carriles de la asistencia social. Luego de los incidentes, el establishment salió en defensa de Grabois. Desde las páginas de INFOBAE, Julio Bárbaro, furibundo Anti-K e interventor del PJ, y, a la sazón, padrino del Juan, se expidió sobre la “injusticia de su detención”
Cuando Jaime Durán Barba declaró que Macri llevaba adelante un gobierno de izquierda, mucha gente pensó que el ecuatoriano bromeaba; no obstante, los números del estado muestran que vivimos bajo un régimen socialista caracterizado por una creciente presión fiscal para toda la población, y un aumento exponencial del asistencialismo descentralizado, un mix aplastante para la sociedad, que solo reserva los beneficios del modelo liberal para un pequeño grupo de amigos del poder, como Caputo, Mindlin o Calcaterra. En 2015, el gasto social representaba el 65% del presupuesto nacional; en 2019, el 77%. Para cubrir su inédita red asistencial, el gobierno habilitó recientemente créditos por unos 2 mil millones de dólares con el BID y el Banco Mundial, además de establecer en el acuerdo con el FMI que los fondos del rescate podrían utilizarse para solventar la Emergencia Social
Para cubrir el agujero negro que representará destinar un 77% del presupuesto al gasto social, el PRO, además de tomar deuda internacional, lleva la presión fiscal a límites asfixiantes para la actividad privada. Sin embargo, las jubilaciones pierden paridad de compra, el salario público retrocede y se recortan miles de pensiones por incapacidad. ¿A dónde va todo ese dinero?
El Ministerio de Desarrollo Social tuvo un presupuesto de 69 mil millones de pesos en 2015. Para 2017, la cartera de Stanley administró un gasto de 174 mil millones de pesos. En 2019, Desarrollo Social (desagregando el presupuesto de salud) gastará 605 mil millones de pesos. El incremento del gasto se realiza a través del llamado “Gasto Figurativo”, es decir, el gasto realizado mediante la intermediación de distintas organizaciones, por un monto de $543.805.576.351, que en su mayoría constituye una caja negra de imposible rastreo
En febrero de 2016, Macri creó el registro de organizaciones sociales con personería.El empadronamiento en la COPISE creó el “Triunvirato de San Cayetano“, conformado por las tres organizaciones controladas por CTEP, BP y CCC, a quienes les otorgó línea institucional directa con los ministros Triaca y Stanley, y una serie de prerrogativas equivalentes a las sindicales, como la facultad de administrar obras sociales
Una vez cerrada la mesa con los movimientos sociales elegidos por Macri como interlocutores legítimos, también se consolidó el marco para criminalizar y reprimir toda organización que opere por fuera del triunvirato.
La Ley de Emergencia Social crea el RENATREP, un registro de trabajadores de la economía popular, que será administrado por la CTEP de Grabois, junto a BP y CCC. El empadronamiento es requisito indispensable para recibir la asistencia del estado.
En una primera instancia, el Ministerio de Desarrollo Social abrió una página web para quienes necesitaran empadronarse en el RENATREP, pero la misma fue dada de baja y hoy solo se puede ver por caché. Desde entonces, todos los programas sociales se articulan a través de la estructura clientelar del Triunvirato, que maneja los padrones del RENATREP y administra la distribución de todos los planes del estado.
La intervención de Pitrola durante el tratamiento de la Ley de Emergencia Social fue destacable. Señaló que se trataba de un acuerdo sin precedentes entre el PRO y el Movimiento Evita, cooptaba y estatizaba las organizaciones sociales. Asimismo, advirtió el paralelismo entre la aprobación de esa Ley de Clientelismo y la creciente campaña de criminalización del Polo Obrero y otras fuerzas de afianzada tradición que huían de esa estructura clientelar.
“Se ha decretado en ese acto el no conflicto por ninguna razón hasta 2019, UNA TREGUA, una cosa que no podría firmar nadie, yo no recuerdo antecedentes de una tregua, de una ESTATIZACIÓN de organizaciones del movimiento popular, de estas características” señaló con acierto el diputado del FIT en su intervención, al mismo tiempo que se sorprendió de que el 28% de los fondos de emergencia fueran destinados a “gastos administrativos” de las orgas
Desde entonces, todos los programas nacionales se articulan a través del CEPSSC, es decir que no existe otra forma de acceder al sistema asistencial, sino a través de la estructura de punteros del Triunvirato.
Considerando que el presupuesto 2019 destina 605 mil millones de pesos a Desarrollo Social (desagregando salud), y que de esos, 543 mil millones son “gastos figurativos” realizados a través de terceros, empezamos a ver cómo funciona el populismo de derecha.
En la neolengua que Grabois comparte con el PRO, trabajar es no trabajar. Como ejemplo, veamos la Resolución Conjunta Nº 1/2017 “Programa Proyectos Productivos Comunitarios” que prevé la implementación de una prestación económica destinada a complementar los ingresos. Se trata de un “complemento” de ingresos para 100 mil titulares de planes otorgados por el Triunvirato que integra la CTEP, es decir, para gente que ya está en la estructura y goza de otros planes. Estos complementos son de carácter “no retributivo”, es decir que no hay que prestar servicio de ninguna clase, alcanza con ser parte de la estructura de la CTEP, la CCC o BP.
La norma dispone $10.157.531.180 a tal fin. Considerando que alcanza 100 mil personas, estamos hablando de $101.575 de complemento para cada trabajador de la economía social, a cambio de nada.
¿Cuánto de esos “bonos complementarios” de 101 mil pesos llegaron a la mesa de los más humildes y cuánto se dilapidó en la campaña de Randazzo? ¿Cómo aparecieron distintos trabajadores empadronados en el RENATREP donando suculentas sumas a la campaña del PRO en 2017?
Ninguna de estas preguntas puede contestarse, porque los fondos de asistencia son una caja negra creciente, que en 2019 tendrá un poder de fuego de 600 mil millones de pesos.
El kirchnerismo siempre utilizó los movimientos sociales para sumar votos, consolidando así un progresivo rechazo de la clase media. Pero el PRO es distinto, ellos pagan una estructura clientelar sin precedentes, pero no se hacen cargo. En cambio, guiados por el genio estratégico de Durán Barba, la utilizan para dividir o modelar a su gusto los armados opositores. En 2017, los punteros trabajaron en la ruptura del PJ bonaerense. En 2019, la estrategia general del gobierno es fortalecer la candidatura de Cristina, confiando en que tienen herramientas para derrotarla en una segunda vuelta en la que perderían frente a cualquier otro candidato. Por eso, y como se ve en el video de abajo, a veces los planes que bajan de la cartera de Stanley, solo se reparten para quienes se movilicen por la candidatura de Cristina en 2019.
El despilfarro fiscal puesto en marcha en 2017 para socavar la candidatura de Cristina, generó las condiciones que cimentaron la crisis que hoy vivimos. Para 2019, el estado clientelar de Macri volcará en la caja negra de la “asistencia” 9 veces más que Cristina en 2015. Disfrutemos el veranito, porque luego vendrá un nuevo impulso recesivo, agravado por la imposibilidad de refinanciar la deuda pública y la dificultad de colocar productos en una economía mundial que se desacelera. Para entonces ya no importará si CFK gana las elecciones o si Grabois es o no un caballo de madera ideado por el genio estratégico de Ulises, porque Troya entera estará en llamas.
Después de esta investigación, en El Disenso nos queda una pregunta: Si Grabois y su CTEP traccionan tanta gente como para convertirse en “la salvación” del kirchnerismo, ¿Por qué cuando apoyaron a Randazzo, el PJ sacó menos votos que el FIT?