23.NOV.18 | Posta Porteña 1972

El tiempo y la ausencia

Por El Boca

 

Lo bueno del crecimiento intelectual es que no todos piensen como nosotros dentro de una determinada posición política, si así fuere no seríamos luchadores sociales por las desigualdades de clase social inventadas por aquellos que más tienen e inventan la pobreza.

 Lo bueno de discrepar en conceptos a como encaramos nuestra labor como luchadores sociales está en poder discutir en buenos términos nuestras diferencias. En el buen sentido se crece y en el mal sentido se convierte en una discusión de dos fanáticos de un cuadro de cualquier deporte. Que hacen en realidad lo que el sistema quiere para dividir. Porque muchos de esos cuadros son empresas y sus jugadores que ganan mucho dinero Ni les interesa y los que no lo pueden comprender terminan tomando actitudes de mucha miserias humanas.

 La diferencia está es que crecemos con la discusión en el buen sentido cultural sin necesidad con aquellos que pensamos igual, sin caer en que ganamos por tener más medios a nuestro alcance, no gana nadie y menos por pensar diferente. Recuerdo cuando a Gerardo Gatti lo insultaron tanto en 1971 por su libro “¿Elecciones ahora?  Donde fundamentaba lo que sería el Frente Amplio para el movimiento popular. Y si hoy lo leemos nos parece que fue la semana pasada que lo escribió y dijo con fundamentos políticos lo que sería el Frente Amplio.

La verdad no se le niega a nadie y menos entre los que decimos pensar igual, es bueno y nos ayuda a discrepar y discutir, con eso se credencial.

Solo... es bueno bajarnos del banquero de vez en cuando, tenemos 400 mil razones y unas miles más que se sumaron los últimos tiempos para hacerlo. Hubo una vuelta un tal Guevara que dijo:” De un hombre humilde se hace un revolucionario” “Arriba los que luchan loco”  fue lo último que escuché de la Nena cuando me dio un beso y me lo dijo despacio al oído en el Penal de Libertad hace 40 años atrás y nunca supe más nada de ella y del petiso Fredy su compañero.

No se puede describir, ver a tu madre detrás de una cortina escondido como un ladrón, esos recuerdos que el viento arrastra allá o aquí y que nos sorprenden; ver a mi madre acariciar la minifalda gris del preparatorio del Bauza y llorar. Es que nosotros lloramos en silencio cuando nadie nos ve, incluso me lo confesó un compañero de unos cuantos años más que yo que formo parte de la vieja Coordinadora y aunque recuperaron los restos de su hermano, él lo sigue llorando en silencio.

“No dejamos que el fragor de la lucha nos hará perder la ternura”

 ¿Saben qué?.. Ahora voy a llorar por mi hermana y mis compañeros......porque nadie me ve

 El boca

Arriba los que luchan...Nena


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