04.DIC.18 | Posta Porteña 1975

TESTIMONIO... n° 1 ... lunes, 3 de diciembre 2018

Por Quito Martínez

 

 Llevamos ya demasiado tiempo casi resignados a una "realidad pintada", que encaja justo a medida, en acuerdo con la visión más regional que de "entrecasa", de predominio casi absoluto del espejismo en que "se ha hecho lo máximo" en los avances posibles de los pueblos hacia una conquista de justicia real en todo lo que el termino significa.

 Vivimos envueltos en un "posibilismo", aceptado con fatal recurrencia en la gran mayoría de nuestra sociedad, sostenido por una especie de cuento oficial pretendiente a vestir el serio argumento de histórico... algo así como lo solo realizable de la utopía planteada por unos idealistas del pasado reciente, equivocados y aplastados por una realidad fatídica universal.

Tanto la derrota de aquellos "idealistas", como sus logros y avances conseguidos en muchos años de duro batallar, han tratado de ser minimizados o más recurrentemente ignorados, tanto por "historiadores"; "investigadores" o "políticos" quienes hoy aparecen como únicos testimonios de ese pasado que no se acaba de cerrar (ni comprender), si tan siquiera se mantiene algo de lógico rigor ante una versión tan pretendidamente epopeyica, simplista y negativa de lo que fue la lucha de tantas mujeres y hombres de nuestro pueblo.

No agregaremos nuestra opinión, por estar generalmente en acuerdo, con lo más conocido de lo que aconteció hasta más allá de la mitad de la década del 60... Congreso del Pueblo; Confederación Nacional de Trabajadores; vuelta del Partido Colorado, breve periodo de Gestido presidente, ascensión de su vice Pacheco Areco y agravamiento de la crisis político-social e institucional en que se convivía en los años 67; 68; 69...

  Nacidos y criados en el barrio de La Teja, supimos de los rigores de una represión ciega e indiscriminada lanzada contra familias de trabajadores por el solo "delito" de ser habitantes de una zona en que su gente no se resignaba a perder el poco poder adquisitivo que les quedaba,  o sus puestos de trabajo. Eran muy pocos, entre aquellos movilizados afectados directamente y sus solidarios vecinos, que se plantearan algo más que eso...

Fueron las primeras salidas de los trabajadores, ocupantes de las plantas fabriles de la zona, en barriadas casa por casa, explicando al vecindario los motivos de su lucha, e invitar a una participación solidaria de todos..., se volanteaba en lo que llamaban "peajes solidarios" en la principal vía de circulación de la zona, subiendo en ómnibus y trolebuses, de a 4 o 5 trabajadores, para volantear rápidamente perturbando en lo más mínimo el desplazamiento vehicular... pero aunque la gran mayoría de los trabajadores del transporte aceptaban solidariamente esa interrupción, las quejas de una pequeña minoría (patrones casi todos de CUTCSA), desencadeno una furibunda represión de la caballada de la Republicana y de la Metropolitana y sus "chanchitas" repletas de  grises uniformados.

Los trabajadores no arriaron sus banderas, y recomenzaban diariamente su pacifico accionar, a lo que la represión contesto ocupando permanentemente la zona, reprimiendo todo tipo de "concentración" mayor a 3 personas, como al parecer marcaba las "medidas de pronta seguridad" decretadas por el poder ejecutivo.  Se apaleó sin discreción a grupos de vecinos en paradas de  ómnibus, en puertas de bares, clubes, comercios y para colmo hasta en las salidas de las escuelas y el liceo...

Respuesta inmediata de pedreas a cuanto pequeño grupo de milicos quedaran aislados, y cuando caía la noche, también se hostigaba a sus vehículos y puntos de concentración... a la segunda o tercer noche, se retiraron de la zona, hubo barricadas y una suspensión total del transporte... quedando varios trolebuses inmovilizados y abandonados a quienes se les retiro las baterías...

A esa altura de los acontecimientos, la mayoría de los participantes era compuesta por desocupados que habían dejado de lado su falta de interés en reivindicaciones que no sentían como propias, y que la indiscriminada represión puso en marcha junto a vecinos y trabajadores movilizados. Así fue como a cualquier hora del día, se "confiscaron" camiones de alimentos repartiendo a quienes quisieran y se acercaran a esos grupos espontáneos que actuaban por ‎iniciativas propias, también como a la sucursal de Manzanares del barrio, curiosamente vaciada ante una apenas escondida condescendencia de sus empleados...

La mitad del año 69 fue, en lo que recordamos, el periodo más agitado, a partir de ahí fue bajando el nivel de los conflictos laborales espaciándose cada vez más los paros generales de 72 horas, que en nuestra zona se cumplían a "rajatabla". Comenzaron a aparecer los "cuadros"  políticos de la izquierda para tratar de encuadrar a quienes habían participado en aquella tan "rara y espontanea" como sostenida movilización... "había que cosechar los frutos de aquella  rebeldía, para plasmarlos en un avance en las urnas de la vecina contienda electoral".

El PC inauguraba su sede de la Juventud poniendo la mira en aquella gurisada que tuvo en jaque a las fuerzas de la represión, organizando todos los sábados una "soirée danzante" solo para afiliados...

Pequeños grupos pusieron la mira sobre milicos y carneros conocidos en el barrio, marcando sus casas de alquitrán o pintura, piedras sobre sus techos de chapas, y también con pequeños volantes de denuncia... no se admitía sus presencias en los bares, clubes, como en la ejemplar peluquería "El Rulo Lacio", tenida por el Compañero Rivera Yic, conocido fraternalmente como "el Loco Rivera". Varios se fueron, otros se presentaron en sus lugares vecinos asegurando sus simpatías con los movilizados.

La caída y asesinato de Ernesto Ché Guevara y sus compañeros en Bolivia, había repercutido profundamente en nuestras primarias convicciones..., lo de Pando en el 69 nos convocaba a dar un paso más...  veníamos de lo que algo peyorativamente catalogaron algunos como "el primer territorio libre del Uruguay"

Quito Martínez


Comunicate