16.ABR.20 | Posta Porteña 2103

CORONAVIRUS (3)

Por Ricardo

 

Pero, ¿“De Que Muere La Gente”? 

 

Aunque quede probado que la pandemia es MENTIRA, el ciudadano aterrorizado por todos los medios de lobotomización internacional, que muestran cajones y cadáveres, que desfiguran y manipulan cifras encajándole “test positivo al coronavirus”, “muerto por coronavirus” a cuanta más gente “mejor”, sigue preguntando: ¿pero de que muere la gente? 

En última instancia se graba en su consciencia ciudadana que, la gente muere más que antes,…y que algo de razón tiene la macabra y opresiva publicidad  omnipresente: QUIENES CREARON LA MENTIRA DE LA PANDEMIA SABEN MENTIR Y ADEMÁS TIENEN TODOS LOS APARATOS PARA FABRICARLE AL CIUDADANO SU “OPINIÓN”

¡También en la década del 70 se creían que los milicos no torturaban, ni desaparecían humanos y que todo era un invento de los que “complotábamos”! Ello sirve para recordar que fue la CIA que inventó la descalificación “ellos ven el complot en todas partes, los subversivos son quienes inventan lo de la tortura”

Por eso, en esta tercera nota, volvemos al principio, a los primeros borradores que escribí al comienzo de este GRAN INVENTO DEL PODER, no para convencer al ciudadano lobotomizado que seguirá solo creyendo al PODER EN LAS SOMBRAS, que dicta lo que se dice en la TV, sino para reivindicar una cierta metodología contra esa creación de la opinión pública y dejar bien claro “de qué muere la gente” o, mejor dicho, poner en evidencia, las causas generales de destrucción de la salud, de las personas que, nos quieren hacer creer que, tienen el “coronavirus”

Partimos de principios muy simples: si siempre nos mintieron, si sabemos que la OMS no es más que una mafia (¡me disculpo por la Mafia, porque creo, que la Mafia histórica nunca cayó tan bajo!) de legitimación del negocio de la “industria” química mundial (¡y otras contaminaciones!) y patota asesina legitimando la opresión… ¿cómo podían estar diciendo esta vez la verdad?

¡El Estado nunca dice la verdad y menos cuando te encaja la bota encima de la cabeza!

Si además, sabemos que toda la ciencia médica está al servicio de la tasa de ganancia de la aristocracia financiera mundial[1], desde hace por lo menos un siglo y medio, y que, desde entonces, fueron verdaderos productores de catástrofes sanitarias, con vacunas, antibióticos, hospitales, campañas de control de natalidad, fertilizaciones forzadas… ¿porqué debíamos de creerles ahora? 

Tampoco teníamos dudas de que los Bilderberg y todas las estructuras del gobierno en las sombras del “Nuevo Orden Mundial” (¡como dicen ellos mismos!), sostenían abiertamente la necesidad de formar todas las estructuras del Estado mundial (ejércitos, policías, periodistas, sindicalistas…) para ocupar las calles y controlar policialmente la población siempre habían dicho ocuparse de la filantropía y salud de las personas. ¡Es su método predilecto! Algo así como el poder religioso y monárquico coaligado, como en las monarquías, mucha caridad y combate contra las pestes, para separar a los seres humanos de la naturaleza e imponer la  hospitalización  y la medicalización (oficial) de la vida.

No somos nosotros los complotistas, sino ellos que bajan (desde el vértice de su pirámide) la línea que DEBEN aplicar los partidos políticos, las policías, los ejércitos, los sindicatos, los científicos, las universidades… ¡Al respecto existe muchísima biografía oficial! ¿Por qué si con el Cáncer o la Gripe A 1 había sido toda mentira ahora sería verdad?

Así como, la medicina debiera respetar el viejo principio de base, “primero que nada no dañar”, nuestro punto de partida fue y será siempre: “no creer en el cuento del malo que viene de afuera” y preguntarse siempre, en la sociedad capitalista, ¿quién tiene interés en esta historia? Y no precisa ser ningún sabio para saber de adonde venía la famosa PANDEMIA con la que CONFINARON a toda la humanidad (¡aunque haya una gran parte de ella que la resiste y resistirá!)

Fue con esas bases elementales, que siempre defendió la humanidad contra el despotismo, que consiste en no aceptar las mentiras de la ciencia medical, el poder Estatal, los medios, los complotistas del Bilderberg y el poder del dinero y sus venenos químicos contra la vida humana, que recurrimos a gente que, en  MENTIROSAS PANDEMIAS anteriores habían cuestionado las mismas, en sus propios fundamentos científicos. Y lo primero que constatamos, por todas partes, es que en las regiones adonde decían que se agravaba la pandemia (en enero y febrero 2019) eran regiones, adonde se podían concebir concentraciones grandes de contaminaciones atmosféricas, vacunaciones masivas y destrucción del medio ambiente por fuertísimas radiaciones electromagnéticas.

Yves Rasir [2] que, desde hace décadas, frente a cada alarma al virus responde probando que lo que enferma, lo que mata no es el virus, sino el estado general de salud, las carencias inmunológicas y que, afirma el principio de que “toda enfermedad grave es desencadenada por un choque emocional”,…aprovechaba para afirmar, desde el principio, que lo grave con el CORONA virus, no es el virus mismo, sino  el pánico,  la depresión, el aislamiento, el confinamiento, la solitud… y citaba al profesor Gilbert Deray, director del departamento de nefrología del Hospital Universitario Pitié Salpêtrière, 

"Cuidado con el peligro, pero no con el que tú crees”.  "Estoy preocupado por nuestros ancianos que ya están solos y que no deberíamos verlos ni tocarlos más por miedo a matarlos. Morirán más rápido, pero "sólo" de soledad”.

Esta VERDAD, gritada desde el principio, fue una denuncia brutal de quienes desde el PODER deciden e imponen ese encierro, ese aislamiento, esa solitud…. La política de confinamiento, de encierro, de aislamiento es la que provoca la muerte de miles de seres humanos, para beneficio del poder y el capital.

Como también lo provoca el AMBIENTE en donde se encierra. Los hospitales y asilos de viejos, no solo por el encierro como tal, que es sumamente DAÑINO para todo ser humano, sino, además, por los sistemas de aire acondicionado empeora en todas circunstancias los sistemas respiratorios y disparan las enfermedades pulmonares.

Como si fuera poco, el ambiente se hace tóxico por los desinfectantes que se emplean (los sprays y los químicos con los que se lavan las ventanas, pisos y camas…), por la contaminación química existente en los habitáculos, y si además, se portan tapabocas, todo se concentra en los mismos, al mismo tiempo que empieza a fermentar a los pocos minutos de ponérselo por la humedad de la propia respiración, formando un caldo de cultivo altamente tóxico. La respiración misma en esos centros de “salud” destruye la inmunología y es el prerrequisito del aumento gigantesco de las enfermedades iatrógenas.

Los estados de salud empeoran, lógicamente por los productos “medicales” que se administran, por la violentísima contaminación eléctrica en los ambientes cerrados, agravada por materiales artificiales que se saben sumamente MALSANOS para los sistemas esenciales de un ser humano (circulatorio, linfático, nervioso….) como por ejemplo cócteles de plástico malsanos, camas y colchones metálicos que agravan a su vez, los efectos sobre el cuerpo humano de las ondas de las televisiones, del wifi, del sistema de comunicaciones internas…(mal funcionamiento de la glándula pineal, alteración del sueño y el reposo…) y condenan a muerte a gente que entra sana (con una pequeña gripe o resfrío) y termina llevándola a la tumba.

Llevo más de 30 años estudiando y formándome en “Geobiología” y “Oikoterapia” y he aprendido bastante para poder verificar que si bien todos los progresos químicos y electromagnéticos del capital van destruyendo la salubridad de todas las habitaciones en las ciudades, lo más dañinos son los  “hogares” para viejos, los hospitales, los edificios de los servicios públicos, los consultorios (los de odontología por ejemplo contienen cantidades criminales de mercurio)…

 

Se acuerda amigo del “Matasano”…, se refería principalmente al todavía algo “inocente” médico de familia. Piense ahora como la medicina moderna y los centros de “salud” hospitalarios o para hospitalarios…, o en los centros de “salud” para ancianos, los manicomios, los centros psiquiátricos y otros MACABROS PRODUCTOS DE LA CIENCIA CAPITALISTA.  ¡Piense también, amigo ¿porqué no declararán PANDEMIA por las muertes iatrógenas que son decenas de veces superiores a las PANDEMIAS que ellos declaran?!

Cuando escribimos estas líneas, a principios de marzo 2020, decíamos: estamos todos sufriendo ese ataque brutal que significa el aislamiento, la separación de los seres humanos.  La comunidad humana es la verdadera esencia del ser humano. A cada hora recibimos las noticias de un familiar, una compañera, un niño, un anciano, un damnificado, un “enfermo” que SUFRE de la falta de contacto humano, de contacto físico, corporal, “espiritual”, cariñoso, intelectual…; es decir VITAL.

 Que se “enferma”, que respira mal, que tiene dolores por todo el cuerpo, que no puede dormir ni relajarse, que tiene el lívido por el piso, que no tiene ni ganas de levantarse, que se toma o fuma todo, para pasar el tiempo, que se intoxica con la comida, la radio, la televisión, que siente cada palabra de los políticos y administradores  de “la crisis” como una puñalada en las costillas, que siente que se le están yendo hasta las ganas de vivir en este mundo de REPRESIÓN, OPRESIÓN, ENCIERRO… 

Y agregábamos: Ni sabemos a cuántos de esos le taparán la boca en su protesta con una mascarita y “un diagnóstico” cualquiera (¡el diagnóstico mismo es una represión de las verdaderas razones de que a las personas se les agrave de golpe el estado de salud!) o le pondrá la etiqueta de “portador del Coronavirus”, con todo lo que ello implica socialmente como represión de la vida. Pero lo que es seguro es que NO es el virus que destruye la vida, sino lo que IMPONE el poder con el verso del virus. La trampa, la gigantesca mentira del poder se basa en partir de culpar al virus de muerte y pandemia. Hablar de sus supuestos males, la supuesta letalidad, aceptar lo que dicen los servicios de salud, los Ministerios, los Gobiernos… que tienen objetivamente interés en mentir. 

O sea que incluso antes de que fuese quedando en evidencia que TODO LO DE LA PANDEMIA ERA FALSO, decíamos: En realidad, NO está en absoluto probado que el virus COVID 19 pueda matar o haya matado a la cantidad de personas que se dice. ¡Ni siquiera pudieron probar que, el mismo, mata a una sola persona! Sostener que el virus pueda matar a alguna persona inmunológicamente sana es una especulación totalmente ideológica sin ninguna base real. Es una afirmación ahistórica y totalmente manipuladora. ¡Un invento de las empresas y laboratorios de vacunas y antivirales!

Solo rascando un poquito en la actualidad de principios de marzo y gracias a Neo Santé que realmente hacía y publicaba una valiosa investigación, resumíamos: Desde China a Italia/España, los que mueren, como en cualquier resfrío o gripe, tienen la inmunología totalmente destruida, lo que no tienen más remedio que reconocer hoy. En Italia la enorme mayoría de los que dicen que mueren por el coronavirus tienen un promedio de 80,3 años (fuente Instituto Nacional de Salud italiano, citado por Jon Rappoport) y casi la totalidad de los muertos tenían otras patologías conocidas (¡salvo 2 según la misma fuente!). Por lo que pretender que murieron de ese virus es pura manipulación científico-mediática

No se necesita ser ningún naturópata holístico radicalizado (crítico de la religión pasteuriana que domina la medicina), para decir que, la mayoría de la gente en todos lados, no muere por los virus y las bacterias siempre criminalizadas (¡de la misma manera que se criminaliza la protesta social!), sino por la ausencia de salud global, por el aire contaminado que se respira, por el agua envenenada que se toma, por los venenos con los que el capital contamina la tierra, por la comida basura, por la  agricultura agrotóxica, por los inmunosupresores que impone la ganancia de la industria química y la medicina oficial… 

¡La guerra contra el “nuevo coronavirus” no es más que una prolongación de la “Guerra contra el cáncer” declarada oficialmente por Nixon en 1971 (plena guerra de Vietnam)! También en dicha GUERRA el Estado y la Ciencia medical ocultaron sus causas sociales reales (¡ni siquiera la alimentación basura se aceptaba como causa real del cáncer!) y desde hace casi 50 años se sigue buscando al virus culpable (¡!).  También entonces, se nos prometía que, el fin del cáncer debía concluirse con el invento de una vacuna y todavía hoy en 2020 siguen oponiéndose a toda evidencia del carácter social del cáncer y celebrando las victorias de la ciencia oficial: no porque hayan encontrado el tal MALVADO VIRUS que provocaría el cáncer y la vacuna correspondiente, sino porque le dieron un impulso gigantesco a toda la industria química y farmacéutica mundial transformándolo en uno de los sectores mejor financiado, potente y, especulativo del capital mundial.

¡El negocio del cáncer fue tan rentable, para el centro del capitalismo mundial!, que ni siquiera 50 años después reconocen que la bochornosa y ridícula historia del VIRUS que produce el CÁNCER, es suficiente para destruir el DOGMA fundamental de toda la medicina oficial, sino que siguen sosteniendo que algo de razón tenían. Paula Kiberstis y Eliot Marshall, editores de la conSAGRADA revista Science en el 40 avo.,  aniversario de la declaración de la Guerra contra el cáncer declararon sin vergüenza: "es necesario resaltar que por lo menos una de las preguntas que los investigadores de cáncer presentaron en 1971 ha sido definitivamente resuelta…Ahora sabemos que los virus sí juegan un papel causal en ciertos tipos de cáncer humano y, gracias a décadas de investigación de virología tumoral, se han desarrollado vacunas que se han convertido en exitosos agentes preventivos de cáncer"

Resulta clarísimo que para DESENCADENAR EL PÁNICO MUNDIAL y crear el terrorismo de Estado con el pretexto de un miserable VIRUS, la aristocracia internacional, tuvo que OMITIR DELIBERADAMENTE las causas de la mortalidad reales. ¡Y esconder también que todas LAS ALERTAS ANTERIORES DE PANDEMIAS HABÍAN SIDO TAMBIÉN RIDÍCULAMENTE FALSAS! Veamos entonces las VERDADERAS causas de la MENTIROSA PANDEMIA que identificamos en el primer trimestre 2019.

Wuhan, que las embajadas chinas presentan como “una ciudad muy importante para el comercio, cultura y turismo. También lidera en muchos campos como el automotriz, industria farmacéutica, fibra óptica, ingeniería ferroviaria y la construcción de puentes, entre otros…” y que los progresistas de la bancocracia internacional la consideran como una especie de Silicon Valley del mundo industrial y farmacéutico mundial…, es la ciudad de todas las modernidades, es decir de todas las contaminaciones, es la sociedad por excelencia de lo irrespirable, de la  toxicidad llevada a su máxima expresión. La contaminación atmosférica es tal, que las enfermedades respiratorias (agravadas en una gran parte de los casos por el alto consumo de tabaco), de todo tipo son de una unanimidad memorable en Wuhan (¡los gargajos e “inmundas escupidas”  son descriptos con asco racista por cronistas y viajeros que visitan la ciudad!), así como los cocteles de antibióticos y de antivirales con las que tales enfermedades se tratan…( oseltamivir, baloxavir, ribavirin, acyclovir, lopinavir ritonavir…), lo que sin duda también es reconocido como un atentado contra la inmunología y como una de las causas de la resistencia bacterial creciente a los antibióticos y antivirales. No olvidemos que, la alarma mundial fue desencadenada exactamente por esa razón: “han descubierto un nuevo virus contra el que no funciona ningún medicamento…, ni hay vacuna…y por ello se extenderá por el mundo”

Incluso antes de que se revelara públicamente que, a nivel internacional, la gran mayoría de los “coronavirus” no se les había hecho el test, o que el mismo dependía de una decisión política exógena al test mismo, afirmábamos: Ni siquiera es seguro que los test de Coronavirus prueben que ese virus esté presente en el “paciente” y mucho menos que las personas que mueren que den positivo al test mueran por esa razón y no por la destrucción global de la salud de esa persona y por una deficiencia inmunológica global.

Frente a la MANIPULACIÓN CIENTÍFICA, cito, traduciendo, a Yves Raisir: 

Como señalé al principio en enero, los virus nunca deben causar pánico. Por la simple razón de que estas partículas microscópicas sin células sólo pueden replicarse penetrando en la maquinaria celular de sus anfitriones. O bien los dañan gravemente y se condenan a una muerte segura, o bien se quedan quietos y pueden cohabitar permanentemente con el organismo "okupa". En otras palabras, un virus nunca puede ser muy peligroso y altamente contagioso. Esta es la clara expresión de las leyes de la evolución y es el ABC de la virología enseñado a los Carabinieri.

Llegado a este punto, una duda fundamental se apoderó de quienes denunciábamos la MANIPULACIÓN SOBRE LA PANDEMIA a través del mundo. Si bien todo aquel que tenía como base la SALUD NATURAL, en contraposición a la MEDICINA CIENTÍFICA CAPITALISTA Y ESTATISTA, sabíamos que lo del COVID 19 ERA UNA GIGANTESCA MANIPULACIÓN DEL PODER CONTRA LOS SERES HUMANOS, se produjo una lógica oposición entre estas dos corrientes:

1)   ¿Habían logrado MANIPULAR el virus mismo, consiguiendo, al fin, el objetivo de CREAR un VIRUS SÚPER ASESINO,  para eliminar a miles de millones de seres humanos como siempre han querido los maltusianos y otras sectas que dirigen los aparatos centrales del Estado mundial? O dicho más cortito: ¿la manipulación química había logrado suprimir artificialmente aquel principio natural de que algo pudiera ser a la vez altamente contagioso y al mismo tiempo mortal?

2)   O al contrario: nunca la ciencia podrá contradecir dicho principio…y la MANIPULACIÓN no ES QUÍMICA, sino EXCLUSIVAMENTE SOCIAL Y POLÍTICA. O dicho en forma más breve: No existe ningún virus SÚPER ASESINO, sino que la MANIPULACIÓN solo se basa en la TIRANÍA DE LA TASA DE GANANCIA, EN EL TERRORISMO DE ESTADO

En las notas siguientes, quisiera resumir esta discusión, porque ambas posiciones tienen fuertes argumentos a su favor y su conocimiento son sumamente importantes para el gran desafío que se le presenta a la humanidad:

¡ACEPTAR EL CRIMINAL CONFINAMIENTO, O ENFRENTARLO POR TODOS LOS MEDIOS POSIBLES! 

¡Hoy mismo hay que OPONERSE al BARBIJO, que obstruye la respiración, es malsano y trata de censurarnos la palabra!

¡TENEMOS QUE SEGUIR "GRITANDO" CONTRA EL CONFINAMIENTO DE LO HUMANO, AUNQUE NOS QUIERAN TAPAR LA BOCA!

Ricardo


[1] Recordemos la canción de Renaud: “la medicina es una puta su macro (proxeneta) es el farmacéutico”, es decir los laboratorios químicos internacionales. 

[2] Yves Rasir y la revista Neo-santé (en francés) siempre aportan en el debate contra la ideología impuesta por la Industria química y farmacéutica y la religión dominante pasteuriana que reina en la ciencia medical: en muchos casos revela que detrás de tal o tal campaña contra el virus o la bacteria se encuentra abiertamente el interés de la ganancia capitalista y de opresión del Estado mundial. Hemos utilizado muchísimo ese aporte en la lucha contra el mito del Coronavirus como responsable de la llamada “pandemia mundial”. El mismo se encuentra desparramado en muchos de los números de esa revista no solo sobre el coronavirus que es tratado en una decena de números, sino en toda la revista. En esa publicación se muestra hasta qué punto todas las “pandemias virales” que se anunciaron los representantes de BIG PHARMA resultaron un fiasco total: Sida, Ébola, Gripe. Por eso no lo citamos cada vez que hacemos una afirmación proveniente de su cosecha, tratando así de ser coherente con su llamado a difundir, por todas las formas, su consecuente denuncia y a esclarecer todas las campañas “sanitarias” efectuadas por el poder


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