13.MAY.20 | Posta Porteña 2111

APORTES PARA REPENSAR: ECOSOCIALISMO vs. MARXISMO COLAPSISTA (VIII)

Por Olegario Ballesteros

 

Capítulo VIII –  EL CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO DESATA LA HECATOMBE

 

Investigador/militante del FPA: Olegario BALLESTEROS

URUGUAY, Montevideo, mes de marzo de 2020

Existen algunos datos desde la antigüedad que permiten observar una curva de crecimiento, que en los últimos años sigue una progresión geométrica la que se estima que hace unos ±2000 años había una población total cercana a los ±250 millones de humanos habitando el planeta. Se estima que para llegar a esa cifra se habían necesitado casi ±1 millón de años, del cual no tenemos mayores informaciones distancias/tiempos del período comprendido, si admitimos esa fecha como la de aparición posible de los primeros representantes de nuestra especie, (Yacimiento de Atapuerca, España)

Según Vallin (1969), Dupäquier (2002), y el PRB, (Population Reference Bureau), hacia el año 1500, la población de la tierra era ≈±461 millones; para el año 1600, ≈±578 millones; para el año 1700, ≈±680 millones; para el año 1750, ≈±771 millones; para el año 1800, ≈±954 millones; para el año 1850, ≈±1.241 millones; para el año 1900, ≈±1.634 millones; para el año 1925, ≈±1.992 millones; para  el año 1950, ≈±2.517 millones;  para el año 1975, ≈±4.077 millones; para el año 2001, ≈±6.137 millones; para el año 2020, ≈±7.400 millones; para el año 2025, ≈±8.100 millones; y para el año 2050, ≈±9.500 millones de habitantes

Es de un formidable impacto cuantitativo la explosión demográfica que se produjo en el término de aproximadamente unos ±150 años (1870/2020), dónde la población mundial se reprodujo en una progresión geométrica que multiplica por seis veces el crecimiento poblacional, pasando de  ≈±1.250a ≈±7.500 millones de humanos.

Nos encontramos que en el curso de solo ciento cincuenta años, y después de las grandes sangrías masivas de millones de muertos, que supusieron las dos guerras mundiales y algunas pandemias, las estimaciones demuestran que se creció en forma impactante en más de ±6.000 millones de personas.

La ONU - Organización de las Naciones Unidas certificó que la población mundial actualmente es de ≈±7.400 millones, y llegará a ≈±8.100 millones en 2025, y que la mayor parte de ese crecimiento se registrará en los países en desarrollo y más de la mitad en África. Para el año 2050 podrá llegar a ≈±9.500 millones, y, ¡deberá seguir creciendo! ¡Fantástico!, ¡fenomenal!, confirmamos que la vida, ¡vive!

Es de mucha importancia observar que la irrupción técnica/tecnológica con los grandes inventos que se fueron imponiendo para iniciar la primera Gran Revolución Industrial, desde mediados del siglo XVIII hasta inicios del siglo XIX. El principal invento fue la introducción de la Máquina a Vapor la que transformó las industrias y los medios de transportes de largo alcance, como el ferrocarril, principalmente en Europa y los EEUU.

En la primera década del siglo XX, la energía eléctrica convergió con el motor de combustión interna, propulsados por la irrupción de los combustibles fósiles, principalmente el petróleo y sus derivados. Dando lugar a la llamada Segunda Revolución Industrial. La inmediata  electrificación de las fábricas permitió iniciar la era de las grandes producciones manufacturadas, constituyéndose como las principales las fabricaciones de automóviles y camiones. El Industrial norteamericano Henry Ford (1863/1947), comenzó a producir los autos con motor de gasolina, Modelo T, alterando de forma impactante la dinámica espacial y temporal de gran parte de la humanidad, y de sus sociedades constituidas,los que se impusieron con gran rapidez como los principales motores que permitieron potenciar el explosivo desarrollo capitalista de forma vertiginosa en tan poco tiempo histórico.

Si a esta realidad le agregamos que cada uno de los humanos que habitamos la Tierra, obligatoriamente debemos, de: habitar en una casa o apto; desayunar; almorzar; merendar; cenar; tomar en promedio 2,5 lts. de agua potable; vestirnos; calzarnos; bañarnos; lavarnos las ropas; higienizar los utensilios y ambientes; desplazarnos en transportes; usar servicios varios; estudiar; trabajar; vacacionar; divertirnos; comunicarnos; enfermarnos; fallecer; y otros muchos que se usan, necesitan, estilan y obligan, tomados en conjunto y pensados para cada humano que habita sobre la tierra, dibujamos  pergeñando la locura fractalen la cual estamos imbuidos  a cada golpe de reloj, y que, por cada segundo transcurrido, ¡somos más!, ¡consumimos más!, y ¡contaminamos más!

¡Entonces!, como humanidad, crecer demográficamente significa tener que cubrir las necesidades en una progresión geométrica permanente dónde se cumple que a más cantidad de habitantes sobre la tierra habrán obligatoriamente siempre mayores requerimientos de necesidades a cumplir. Razón impostergable, por la que tendrán que producirse ¡siempre! soluciones inmediatas en la direcciones cuantitativas/cualitativas, de forma que serán imprescindibles, cada vez, más materias primas para producir mayores y más complejos productos en las direcciones estratégicas de la vida toda.

Ésta realidad se multiplicó por seis en tan sólo 150 años. Nos preguntamos ¡alertados!, ¿qué sucederá? en los próximos 10 años, ¿podremos darle solución? al crecimiento humano en el caótico desbarajuste egoísta capitalista, actual.

La multiplicidad de nudos Gordianos que se atan mundialmente entre la variedad de procesos voraces insaciables que convergen por las competencias intercapitalistas egoístas que se disputan rapaz/ferozmente los mercados compradores a nivel mundial, situaciones que se multiplican por todo el globo terráqueo condicionadas por los intereses cruzados que se desatan dentro del caos fractal mundial de ofertas y demandas, las que se imponen, por sus propias supervivencias, en una guerra comercial desleal antihumana

Dentro de esta incontrastable apofenia vamos inmersos a diario, ¡sin llegar a tomar plena conciencia!, que, para poder vivir en la democracia capitalista, ¡cualquier ser pensante!, en sus cabales, tendrá que posicionar obligatoriamente su credencial de vida, para: ver, sentir, y encontrar diligentemente, ¿por cuál? camino político/ideológico deberá/deberemos direccionar los próximos pasos, ¡si queremos salvarnos!

La Naturaleza sigue haciendo ¡sus cosas!, y,  ¡no!, nos espera. Esta realidad exógena no puede frenar de ninguna forma, la autodestrucción del Sistema Capitalista, porque depende y está pautada por el intrincado crecimiento demográfico indetenible lo que sucede desde los inicios de las civilizaciones organizadas en sociedades hasta nuestros días.

Es la naturaleza humana del nacimiento/crecimiento que le va creando e imponiendo cuantitativa/cualitativamente a la Naturaleza Universal los desequilibrios de los ciclos por saltos en los desfasajes entre depredaciones  y contaminaciones, lo que se reproduce progresivamente por todo el globo terráqueo con crecimientos exponenciales incontenibles.

Referente a lo expresado nos dice Miguel Fuentes,uno de los principales ideólogos del Pensamiento Colapsista:

...”Con todo, lejos de constituir esto último, al decir de Bellamy Foster, el producto de una supuesta “escasa comprensión” por parte de las organizaciones marxistas tradicionales de los postulados ecológicos presentes en la obra de Marx y Engels, la raíz de este problema podría detectarse, como ya mencioné, en las reflexiones del propio Marx quien, a pesar de haber sido uno de los primeros pensadores socialistas en describir la dinámica disruptiva que ejerce el capitalismo sobre los ciclos naturales (de ahí su definición en “El capital” de “fractura metabólica”), no llegó nunca a concebir, posiblemente por los propios condicionantes históricos y culturales del conocimiento científico de su tiempo, ni los ritmos ni la magnitud (geológicamente inéditos) que podría alcanzar esta “dinámica de fractura”. En otras palabras, la definición que hiciera Marx en “El capital” en torno a la “fractura metabólica” (una designación, como dijimos, para representar el impacto ecológico disruptivo asociado al modo de producción capitalista) constituye la “intuición teórica” de un fenómeno que debía, todavía, materializarse históricamente. Habría sido recién durante la segunda mitad del siglo pasado cuando este fenómeno habría terminado, de hecho, no sólo de desplegar toda su potencia destructiva, sino que, además, de manera imprevista para el propio marco teórico marxista tradicional, de constituirse en uno de los factores potenciales de colapso más importantes del sistema capitalista.”...

Nos dice una conocida ideóloga capitalista, Geneviève Azam, investigadora economista – ecologista, francesa, en su artículo: “Amenaza de caos ecológico y proyectos de emancipación”:

...”El desmoronamiento ecológico es un acontecimiento que revela tanto la descomposición de las formas de sociedades y de sus organizaciones económicas –que fingen ignorar su inscripción en la biosfera–, como los vínculos indisociables que unen humanos y ecosistemas. Tales modelos parecían viables en el tiempo en que los límites ecológicos podían expandirse y desplazarse hacia otros espacios que conquistar, hacia nuevos territorios que colonizar, o bien mientras dichos límites podían ser reducidos en lo local y lo temporal por inventos técnicos. Pero la globalización económica y financiera, al querer expandir estos límites, los ha revelado paradojalmente tal como son.

Esta catástrofe no es un momento dialéctico en pos de una salvación que abriría una nueva configuración del mundo al modo en que lo enseña la tradición hegeliana, un mal que engendraría un bien, un desastre previo a una transformación revolucionaria. Esta catástrofe no solo manifiesta desarreglos en el mundo, sino una vacilación del mundo mismo, un temblor de las sociedades humanas, amenazadas por su propia desaparición o por perder lo que las hacía ser humanas.

No estamos tampoco en una época de consideraciones metafísicas sobre el fin del mundo, sino en una de la percepción de un fin posible o más bien, para evitar cualquier catastrofismo ideológico y cualquier quimera religiosa, en la época de una alteración radical del mundo. No basta entonces con desear transformar el mundo, es también necesario conservarlo frente a fuerzas destructivas que no dudan en hacer tabla rasa de las construcciones humanas que hacían posible un mundo común. Sin duda, podemos temer la tentación de actuar solo en miras a conservar el mundo en lugar de querer edificarlo, pero habría otra tentación tan temible como aquella, la de negar lo real, con el pretexto de que la acción y la técnica humana podrían transformarlo y reconstruirlo infinitamente.”…

TRATEMOS DE ANALIZAR AL MUNDO TAL CUÁL SE MUESTRA Y SE COMPORTA

Observamos que estos dos aportes pautan lo que sucede en el mundo con ópticas políticas/ideológicas diferentes, dibujando la realidad de una forma teórica fundamentada poco convencional, para concluir en las mismas consecuencias, penetrando instintivamente dentro del universo ideológico con la profundidad que las circunstancias históricas lo exigen. Se cocina en una única olla la sopa universal de los conocimientos científicos, la que está borboteando y exhalando potentes vapores, hasta ahora desconocidos por la mescolanza de ingredientes diversos y diferentes que emanan con los olores que vamos olfateando.  

Somos lanzados virtualmente por los estrechos túneles de las interrogantes para arrojarnos confundidos a las profundidades incertidúmbricas de los océanos de los conocimientos/desconocimientos de las relaciones de producciones y servicios, tratando de entender o vislumbrar, ¿por dónde es la salida? Asombrados y perplejos por lo que sucede, vamos intentando  diseñar con el olvidado estilo intuitivo teórico Marxista proponiendo una probable dinámica constructiva virtual, tratando de interpretar la nueva versión de como se podrá concebir el nuevo mundo del trabajo.

Ciclópea tarea que deberá será indiscutiblemente pergeñada a partir de la continuidad evolucionista/reformista, de la: ...”explotación del humano por el humano”…, como propiedad privada, en una nueva versión neoexplotadora capitalista, ¡o!, como cambio revolucionario, pasando a construir una Sociedad de Nuevo Tipo, como propiedad social/colectiva

La impronta de cambios cíclicos drásticos obligados por el crecimiento demográfico imparable derivó siempre en la organización de sociedades sociales cambiantes y perfectibles. Los desfasajes con desequilibrios constantes que generó/genera el crecimiento demográfico en todo el globo terráqueo, sólo se pudo/puede compensar rediseñando los cambios estructurales cíclicamente cada vez más cortos en sus tiempos dentro de parámetros optimizados de equilibrios/estabilidades con crecimientos constantes de las producciones, transportes, y ventas de los productos de usos y consumos universales.

Realidad histórica del crecimiento humano en el Capitalismo que se reproduce aceleradamente en forma impactante en solamente ±150 años, desatando la depredación de la naturaleza a escala exterminadora, para producir la actual acumulación contaminadora saturadora/incontrolada, lo que produce como conjunto una destructiva/destructora interrelación del medio ambiente con crecimiento exponencial impactante

Se corrobora que al mismo tiempo que se agotan los recursos, se saturan las contaminaciones, destruyendo los ciclos de restitución y absorción de la Naturaleza, lo que no permite la reposición de los materiales o productos al no dejar que se cumplan sus ciclos naturales reponedores; o por ser finitos, debido a sus usos capitalistas depredadores, de forma que, se explotan desbastadoramente hasta agotar susvariedades o especies geo o bio, por la demanda usurera acopiadora a la que obligan los circuitos industriales/financierosdel Capitalismo voraz/depredador.

Los sistemas estructurados a través de los tiempos históricos transcurridos nos permiten posicionar la idea que cada uno de ellos tienen un parecido de instrumentaciones en sus constantes, que son: crecen, se estabilizan, se hacen funcionales, y entran en crisis, ¡colapsando!

Esta conducta en el desarrollo humano histórico está supeditada a una matemática cíclica que hasta ahora se ha mostrado invariable, y que permite asumir los análisis elaborados por el Teniente General inglés, John Bagot Glubb, quién situó a los colapsos estructurales de las sociedades con cumplimientos cíclicos de aproximadamente unos ±250 años, o diez generaciones, agregamos que estos cambios cíclicos, en el tiempo estimado, están determinados como consecuencias del crecimiento demográfico.

Según el Relator Especial Philip Alston de las Naciones Unidas, experto sobre Extrema Pobreza y Derechos Humanos, quién nos informó:

...“Los graves dañoscausados por las sanciones sociales que imponen los Gobiernos por todo el mundo aplicando políticas explotadoras/depredadoraslas que producen grandes sufrimientos,cada vez, a mayores segmentos de la población mundial, con:

Inseguridades, ansiedades permanentes, multi incertidumbres, enfermedades graves físicas y mentales, pobrezas masivas, deudas impagables, desarraigos sociales, hambrunas, guerras fratricidas, genocidios infames, migraciones masivas, embrutecimientos intelectuales, insalvables consumos de drogas, exacerbaciones consumistas de todo tipo, etc., etc., generando en las personas un desaliento extremo y, con frecuencia, hacen mucho más difícil que en situación de desempleo encuentren estabilidad emocional y un trabajo permanente, medianamente bien remunerado.

Situaciones con crecimientos indetenibles/acelerados por todo el mundo, sumadas al momento actual, dónde los gobiernosy las empresasen mayoría creciente aplican infames sanciones con graves recortes laborales y socialessobre las mayorías de sus poblaciones en condiciones de vulnerabilidad, lo que se impone como una de las formas de acoso social”…

Esta visión inusual que brinda el relator de NNUU, nos posiciona en alerta máxima porque confirma sin tapujos ni rodeos la creciente realidad objetivamente catastrófica que determinan y definen los conflictos y las relaciones de trabajo para la vida material de las poblaciones en el mundo.

Observamos que en el Sistema Capitalista las relaciones que condicionan y forman las tramas de los tejidos sociales/productivos son las del trabajo. Ellas imponen las clases sociales de cada país, a partir de asumir como  identidad la propiedad privada sobre los medios de producciones y servicios;  condición política/ideológicamente  obligada por la “explotación del humano por el humano”…

Los Estados tienen caducidad histórica pautada por los costos y las inversiones. Cuando éste equilibrio se rompe definitivamente, cada Gobierno de turno, se enfrenta a una realidad que no puede resolver ¡nunca!, porque las Sociedades Civiles se sublevan violentamente guiadas por los derechos elementales, a la, ¡vida!


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