20.MAY.20 | PostaPorteña 2113

AFRODITA, LA DIOSA QUE ODIA EL FEMINISMO

Por Marcelo Marchese

 

"Está pronto a decir tu opinión, y el vil te evitará" decía William Blake

En el mundo, y sobre todo en este tiempo miserable y ruin, no está bien que alguien diga lo que piensa; uno debe escribir con sumo cuidado, no sea cosa de pisar callos o de convertirse en Giordano Bruno

A Borges le preguntaron por qué le gustaba tanto provocar y contestó, un poco enojado, que él no quería provocar, que él decía lo que pensaba y siempre, sin que lo esperara, generaba polémica.

Un tipo de mente como la de Borges, con una libertad que pocos equipararon, siempre que habla genera polémica, pues siempre que habla destruye algún dogma, algún pensamiento imbécil que todos tenemos en el terreno que fuere.

Así que cuando alguien dice algo, incluso adivinando que generará polémica, lo dice, fundamentalmente, porque cree firmemente en lo que piensa y porque le atribuye a la verdad un poder aún desconocido por el hombre.

Por supuesto, en todo lo que hacemos hay más de un motivo.

Está la vanidad, algo muy humana y muy necesaria.

Está el deseo de charlar con otros y contrastar las propias ideas, pues siempre alguno te hace una crítica atinada o al menos, pertinente. Y está también el gusto de provocar, el gusto de luchar y medirse y enfrentar a todo el estúpido pensamiento establecido.

Todo eso y otras cosas están en juego cuando uno desafía al establishment.

Luego de este preámbulo, metámonos en problemas.

En un tiempo harto funesto llamado "crisis alimentaria de la prehistoria", surgieron las peores instituciones de la humanidad, instituciones que tendieron a perpetuarse y entre ellas, las más funestas de todas fueron las religiones teocráticas. Lo más peligroso de esas religiones fue que escindieron al hombre de la divinidad.

Allá estaban los dioses, acá estaban los hombres, pero hubo una segunda cosa peligrosa: sea en la tierra, sea en el cielo, comenzó un peligroso desequilibrio hacia lo masculino.

En cuanto a la tierra, hay dos cosas a tener en cuenta: el problema es que habíamos liquidado la fauna que nos alimentaba, pues nos habíamos reproducido en exceso, es decir, en exceso en función de los modos de producción que teníamos, y la capacidad de reproducción de una especie está dada por la cantidad de hembras que tiene.

Es muy posible que para regular las poblaciones se haya practicado el infanticidio femenino y es harto posible que si se creía que éramos muchos, se considerara al poder reproductor de la mujer como una fuente de problemas.

Como había que conseguir comida y como era necesario trabajar la tierra, y como a nadie le gusta agachar el lomo y partirse el alma trabajando la tierra, y menos aún le gusta a sociedades que vienen de la abundancia, de cazar y pescar y divertirse de lo lindo, la solución que encontraron fue esclavizar a otros para que trabajaran la tierra, y para tomar esclavos y para mantenerlos dominados, son necesarios guerreros.

Y para proteger los graneros y las aldeas y ciudades, más guerreros, y entonces, en este asunto de la sobrevivencia, se precisaron ejércitos, esclavos fuertes, y en suma, privilegiar instituciones masculinas, pues se estaba en un mundo en guerra mucho más que antes, cuando había un buen espacio entre tribu y tribu. El mundo se había reducido.

Al cielo se trasladó lo que se vivía en la tierra. Las diosas femeninas fueron relegadas en un proceso largo y complejo, que en el caso de Grecia está bastante documentado en tres obras de teatro llamadas "La Orestíada", donde las Erinias, antiguas diosas, son relegadas y donde Atenea, la menos femenina de las diosas, insoportablemente guerrera y masculina, argumenta que para dar a luz una criatura es más importante un hombre que una mujer, y ella es la prueba viviente, pues nació de la cabeza de Zeus armada hasta los dientes. Atenea, además, nunca se une a un hombre. En esa obra se castiga el asesinato de un padre pero no el asesinato de una madre, pues el hombre vale más, algo que pensaban muchos griegos, al grado que creían que el verdadero amor se daba entre seres superiores, los hombres, y la mujer estaba para procrear y mantener el hogar.

Enfrentando a esta homosexualidad filosófica se encuentra, al menos, el sabio Gorgias, el sofista, uno de esos que te dicen los burros que no tenía moral ninguna. Podés buscar en google el "Encomio a Helena", donde la defiende de la acusación, por parte de los pederastas griegos, de ser la culpable de la Guerra de Troya. Te aconsejo calurosamente que lo leas, pues es una de las piezas magistrales de la literatura y la retórica.

Estas y aquellas diosas, todas las diosas de todos los panteones, retrocedieron a las sombras, pero hay una que sobrevive, hay una diosa con la que nadie puede nada, y mientras haya humanidad, o mejor dicho, en tanto los niños nazcan de las mujeres, seguirá allá arriba y acá abajo y esa diosa se llama Afrodita.

Tengo para mí que su nombre, en nuestra lengua, revela el origen de la humanidad, algo que los lingüistas, esos descerebrados, me discutirán, pero lo que digan los lingüistas me tiene sin cuidado y Afro Dita me hace pensar que dice que viene de África, y nosotros, todos nosotros, venimos de África. Afrodita es la madre de la humanidad, o si querés, lo que es los mismo, Eva, que en su nombre tiene la letra de la feminidad, la "v".

Hay Afroditas blancas, hay Afroditas negras y el culto a Afrodita fue contemporáneo a los griegos en muchas regiones, y los griegos, como suele suceder, tomaron deidades de los territorios que conquistaban o ellos mismos fueron conformados por sucesivas oleadas de pueblos que traían sus deidades, pues eran sumamente guerreros y las culturas suelen mixturarse, y así nació el panteón griego, con dioses provenientes de variadas geografías y religiones.

El hecho es que esta Afrodita es la diosa del amor. No buscaron a un hombre como dios del amor (Eros es hijo de Afrodita)

La diosa del amor es una mujer, pues es el amor el que reproduce a la especie, y la reproducción de la especie es obra de las mujeres. No sólo la especie, la tierra es mujer, a la tierra provee vida y así encontraremos analogías de lo femenino en todo el Universo. Hasta la noche es mujer. Y la luna. Y las estrellas. Y en algunos idiomas, el mar es mujer, o los pescadores de nuestro País le dicen, en ocasiones, al mar, la mar.

En nuestro presente tenemos a algunos idiotas, pues otro nombre no les cabe, que denostan a los "conspiranoicos". En algo tienen razón estos denostadores: el Sistema tiene mecanismos inconscientes que funcionan la mar de bien, por lo que no necesitan todo el tiempo ningún conspirador, pero sólo un idiota puede negar que el Poder conspira, y conspira desde siempre.

Y el Poder tiene dinero y financia una Agenda Políticamente Correcta, lo que incluye ONGs, Universidades, canales de TV, gobiernos peleles, OMSs, ONUs, Bancos Mundiales, y cuando quiere destruir a algún hereje, no le publica su obra, lo difama, lo apresa, o muere en un accidente automovilístico o envenenado.

¿En qué andan estos conspiradores del Poder?

Andan en algo que tiene que ver con las capacidades reproductoras de la especie humana y de la naturaleza. Eso ha llevado a algunos a afirmar que pretenden disminuir la población mundial. Yo lo creía, pero ya no. No es lógico, ellos viven de la energía de la gente, y el mundo no tiene límite, en el sentido de que pueden colonizar la luna, Marte, y desde ahí saltar al Universo, pues nada ni nadie puede oponerse a estas tres pulsiones: la especie humana tiende a reproducirse, como toda especie; la especie humana siempre quiere generar más riquezas; y la especie humana siempre quiere transgredir y desafiar.

En este proceso de masculinización que viene de la crisis alimentaria de la prehistoria, hubo un momento crucial, que fue cuando el hombre, en el sentido del macho, pasó a dominar el proceso de parto con la figura del médico. Este es un tema tan importante que merece un artículo propio, o más bien, miles de libros, pero para hablarte de la clave del asunto te digo que al parto, eminentemente femenino, lo asistían las mujeres, las comadronas, y de hecho, hay miles de mujeres que estudian para ser parteras, pero hombres que estudian para ser parteros, no conozco.

Hoy, se obliga a la mujer a acostarse, en una posición inadecuada, anti gravitatoria, anti humana, anti experiencia de millones de años, para que sufra de lo lindo y para preeminencia del médico, pues todo está pensado para la comodidad y el poder del médico.

El proceso de masculinización del parto irá, con total y radical certeza, hacia un dominio absoluto del hombre (viejo sueño masculino) hacia la generación de vida humana en los laboratorios por parte de científicos, con una previa y "saludable" modificación científica de los embriones, pues la humanidad, como nos dicen, está llena de violencia y peligro y maldades y toda esa imbecilidad que dicen y fomentan los falsos y truchos profetas, y lentamente van generando el estado de ideas previo para modificarnos genéticamente, cosa que harán ineluctablemente.

Pero el plan de los conspiradores no termina ahí. Todavía está la madre tierra, la Pachamama y sus correspondientes campesinos y sus culturas regionales.

La Cuarentena les vendrá fenómeno para sus planes. Luego de esto, y ya ven ese comunicado que largaron una caterva de artistas que sobre cuestiones políticas no saben un adarme, vendrá un radical ataque a las energías derivadas del petróleo, una defensa del aire limpio, y sobre todo, y esa es la clave, una guerra contra los campesinos

¿El objetivo? En un muy largo proceso, producir los alimentos en laboratorios y dejar que los pumas, los jaguares y los osos, vuelvan a vivir tranquilamente, ya que todos amamos a los pumas, los jaguares y los osos y deseamos que no se extingan. El tema es que a estos sujetos, los pumas, los jaguares y los osos, les importan un rábano, lo que quieren es acabar con los campesinos, con los productores de alimentos, pues a la postre, esos campesinos tienen poder, el poder de producir alimentos, y estos conspiradores temen ese poder y quieren todo el poder para sí.

¿Y las feministas que anunciaste en el título, Marcelo?

Te contesto con preguntas ¿A estas feministas financiadas por el Banco Mundial, Soros y Mefistófeles, las ves reivindicando el poder femenino, el poder reproductivo de la naturaleza, o las ves reivindicando el poder masculino?

La respuesta es tan obvia que no podemos perder más tiempo en esto, y fijate cómo encaran el tema del aborto, sobre cuya despenalización comparto, pero nada más. Si te queda alguna duda, buscá un logo feminista y decime si en alguno por casualidad no encontrás terrible falo.

¿Se enfrentan a esta tendencia milenaria de masculinización de todo? No.

Son Atenea, la enemiga de la diosa Afrodita, a quien temen. Temen el poder reproductivo de la naturaleza, pues temen ese poder en ellas mismas ¿Por qué? Porque nuestra sociedad está perversamente enferma, y ellas, igualmente enfermas como todos nosotros.

¿Qué cuernos es el feminismo? El feminismo es una corriente política resultado del desequilibrio masculino que se originó hace diez mil años, y ese desequilibrio ha provocado un problema sexual en la humanidad que todos sufrimos de diferentes maneras. El tema es que el Sistema genera una problemática sexual, y habida cuenta de esa problemática sexual, existe un caldo de cultivo favorable a corrientes políticas penosas. El Sistema atomiza nuestros cuerpos, y desde esa base material, atomiza nuestras ideas.

Esta problemática sexual lleva a complicar la construcción de tu sexo, que es una construcción cultural a partir de una realidad biológica.

Sexo es destino, pero el sexo se forja. Para forjarlo, se requieren herramientas culturales, como los ritos de iniciación, los cuentos infantiles y otras herramientas.

Algo falla ahí. El tal progreso es una farsa.

Somos infinitamente más ignorantes que el hombre de la prehistoria. Las feministas, que tienen razón, en el sentido que ven una cantidad de cosas horribles que les suceden a las mujeres, no atinan con las soluciones, pues fallan en el diagnóstico.

Esta compleja construcción de la sexualidad lleva a una ideología que discursivamente pretende defender a la mujer, cuando en rigor, afianza el poder masculino. Están confundidas, y están sexualmente confundidas, pues el feminismo no es otra cosa que una politización del lesbianismo.

No se crea que atacó a la homosexualidad. En cierto sentido, existe. En otro sentido, no existe y es un invento. En ese otro sentido en que no existe la homosexualidad, lo que existe es la sexualidad y no hay que andar complicándose con idioteces resultado del miedo.

Este texto deja, al final, el enigma de la homosexualidad. Pero, el tiempo, se sabe, es tirano, ya llevo 12000 caracteres, y algún día con gusto le entraré a este asunto de la homosexualidad real e irreal. Pero en la despedida quiero hacer la siguiente salutación:

¡Oh Diosa! ¡Oh Poderosa Afrodita! Gracias por mi vida y gracias por mi lengua, esta tradición que heredamos. Una madre creó la primera palabra al nombrar a su hijo. Sé que hay un Dios que es la estrella de la mañana. El universo contiene el aliento ante tu paso y mariposas blancas nacen de la madera. Magos oscuros quieren encadenarte, pues el Poder nace del miedo. El sueño de la razón produce monstruos. Es el umbral de la Edad Oscura. Todo hombre guarda la memoria de todos los hombres. Nadie sabe del poder de la verdad. Sólo sabemos que la belleza es verdad, y la verdad, belleza, y toda enfermedad es resultado de la ausencia de amor.

El amor es la nota en la que vibra el universo y es el misterio de la música.

Marcelo Marchese 17 mayo, 2020

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias


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