Investigador/militante del FPA: Olegario BALLESTEROS
URUGUAY, Montevideo, octubre de 2020
VAMOS DERECHO AL “COLETAZO” EN EL CENIT,
SÓLO FALTAN ± 65 años - Parte D -
Las partículas volcánicas suspendidas en el aire por largos períodos de tiempo son las que tienen una mayor influencia en los cambios climáticos. Las cenizas de granos más gruesos al concentrarse como “cortinas” en la troposfera (±10/15 kms), son las que retienen el calor procedente de los suelos continentales. Las cenizas más finas junto con los gases de efecto invernadero, se concentran en la estratosfera baja (±15/30 kms), densificadas con el vapor de agua, dióxido de carbono, y los aerosoles de dióxido de azufre, los que reaccionan con el vapor de agua para formar ácido sulfúrico y producir las extensas lluvias ácidas. Una parte menor del oxígeno que circula como un gas en la atmósfera se convierte en la “capa de ozono”, como la zona superior de la estratosfera (±10/15 kms) con la mayor concentración de moléculas de ozono, envolviendo al planeta como una burbuja y actúa como filtro contra la dañina radiación ultravioleta (UV) producida por elSol.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM), en inglés WMO (World Meteorological Organization) trabaja conjuntamente con el Servicio de Monitoreo Atmosférico de Copernicus; la NASA; Environment and Climate Change Canadá; y otros, para monitorear los comportamientos anuales de la capa de ozono del Planeta. Vincent-Henri Peuch, Director del Servicio de Monitoreo de la Atmósfera de Copernicus informó que el agujero de ozono que protege al Planeta de los dañinos rayos ultravioleta del Sol registrados por los estudios satelitales y con los grandes telescopios ubicados en diferentes centros de investigaciones de la Tierra, confirman que el agujero de ozono oscila en sus diámetros en ciclos interrelacionados con las estaciones climáticas. El del año 2020 se parece al del año 2018, uno de los más grandes registrados en las dos últimas décadas.
1. La última evaluación científica del agotamiento del ozono de la OMM y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA (en inglés, United Nations Environment Programme, UNEP), publicada en el año 2018, concluyó que la capa de ozono está en vías de recuperación y es posible que retorne a los niveles del año 1980, para el año 2060.
Durante los intercambios extremos de los climas se producen aumentos de las fuerzas de los vientos que soplan en los desiertos transportando enormes volúmenes de arenas, llamado ”simún” (en árabe samûn, de samma "envenenar"). Son temporales muy fuertes, secos y cálidos, a más de 55°C y con menos del 10% de humedad. Los altos niveles de polvo de arena quedan suspendidas en la atmósfera por tiempo, no permitiendo el paso de la luz del Sol provocando enfriamientos violentos en grandes zonas del Globo Terráqueo. Un 40% de los aerosoles de la troposfera (la capa inferior de la atmósfera de la Tierra) son partículas de polvo provenientes de la erosión eólica. Provienen de las regiones áridas. de:África septentrional, Península Arábiga, Asia central, China, Australia, Estados Unidos, y Sudáfrica.
Estos granos minerales actúan como iniciadores de los núcleos de condensación en la formación de nubes calientes, y como núcleos de hielo en la formación de nubes frías. La capacidad de estas partículas de ser agentes formadores de nubes depende, de: tamaño, forma, composición geológica, y de los suelos de donde provienen, también influyen en el crecimiento de las gotitas de agua, y en las formaciones de los cristales de hielo de las nubes, lo que afecta la cantidad y la ubicación de las precipitaciones. La modificación de la composición microfísica de las nubes cambia su capacidad de absorber la radiación solar que llega desde el Sol, y las radiaciones de onda larga que llegan desde la superficie del Planeta, actuando como efecto invernadero, lo que directamente afecta dislocando las energías que generan los climas en la superficie de la Tierra.
Según Claire Nullis, portavoz de la OMM, la tormenta de arena que llegó desde el norte de África, el 17 de junio de 2020, transformada en una inmensa nube de fino polvo que se ha expandido desde el sureste de la región Atlántica, cerca de la costa norte de América del Sur y hasta elnorte y el oeste de la península de Yucatán en México, oscureciendo y contaminado el aire de los territorios de varios países, y de las extensas superficies oceánicas, transformando el día en noche, dislocando con formas violentas los regímenes de los cambios de las temperaturas, lo que estáalcanzandoproporciones históricas.
Un grupo de investigadores de la OMM, comprobaron que las grandes erupciones volcánicas lanzan a la atmósfera gases de efecto invernadero que quedan suspendidos por extensos períodos de tiempo (años), los que producen lluvias ácidas permanentes que aumentan notablemente la conducción eléctrica de los rayos, porque se disminuye grandemente la resistencia conductiva permitiendo la multiplicación de rayos de gran capacidad eléctrica, los que producen con los aumentos de mayores caídas los grandes incendios que se reproducen inconteniblemente en los bosques del Planeta entero, lo que sucede, en forma cada vez más dramática.
El 31 de octubre de 2018 se registró en el sur del Brasil la caída de un mega rayo con la mayor extensión horizontal conocida de 709 km. El 4 de marzo de 2019, en el norte de Argentina, se batió un récord de duración de un rayo que se prolongó durante 16,73 segundos. Éstos megarrayos fueron verificados mediante nuevas tecnologías de imágenes satelitales, constatando que superaron en más del doble los valores anteriores medidos en los Estados Unidos, y en Francia, publicados en la revista científica Geophysical Research Letters de la Unión Geofísica Estadounidense el 28 de junio, día mundial de la Seguridad contra los Rayos.
Más de dos millones de hectáreas de bosques fueron arrasadas por el fuego, con: decenas de muertos, urbanizaciones carbonizadas por las llamas, decenas de miles de desplazados, ciudades cubiertas de humo y aire contaminado, millones de personas respirando el humo tóxico, cielos rojizos por más de 20 días, los que se transformaron dramáticamente como noches en los estados, de: California, Oregón y Washington, y en las ciudades de San Francisco, y Oakland, cuando las luces de los edificios, autos y calles tuvieron que ser encendidas a media mañana, porque la luz solar se bloqueaba por la gruesa capa de humo y las partículas provenientes de losincendios. Esta realidad se reproduce por todo el globo terráqueo, y hace poco más de un año, se vivió en la ciudad de Sao Paulo (Brasil), las nubes de humo de los fuegos producidos por los grandes incendios en la Amazonia hizo la noche dos horas antes de lo habitual.
Mientras ardían miles de hectáreas de bosques en la costa oeste de los Estados Unidos, el climatólogo Daniel Swain, del Instituto del Medioambiente y Sustentabilidad en la Universidad de California (Los Ángeles), relató a The New York Times haber intercambiado informaciones con una treintena de expertos en incendios y climatología, los que quedaron asombrados, aduciendo que “no se había vivido algo de esta magnitud en los últimos tiempos”. Según el Servicio de Vigilancia Atmosférica Copernicus de la Unión Europa, los incendios forestales en el oeste de EE.UU., cuya intensidad ha sido en el año 2020 cientos de veces más alta que el promedio entre el 2003, y el2019, y que las emisiones de CO2 de los incendios forestales llegaron a 200 millones de toneladas métricas, un 28% más, que en todo el año 2019.
Una de las posibles consecuencias no adversas del Calentamiento Global, decían los científicos, que esperaban que sucediera, que los bosques se expandieran colonizando las partes más frías del Planeta. La taiga es una vasta superficie arbórea, fundamentalmente coníferas, que bordea el círculo polar ártico. El nombre, de origen ruso, se refería en principio a los bosques boreales de Siberia, los que superan a la selva amazónica en extensión. También se les llama taiga a los bosques de los países nórdicos, los del norte de Canadá, y los de Alaska. En todas esas regiones las condiciones son tan duras que sobreviven aletargados casi todo el año, creciendo solamente durante el verano. Con el aumento de las temperaturas, debido al Calentamiento Global, se esperaba que el ensanchamiento de esta franja temporal acelerara el desarrollo forestal y su expansión a nuevas tierras. ¡Pero!, la taiga está retrocediendo desde la década del setenta. Un estudio reciente muestra cómo la contaminación está opacando la atmósfera de las regiones árticas, impidiendo el paso de los rayos del Sol, frenando la fotosíntesis. La consecuencia es que miles de kilómetros cuadrados de bosque boreal ya han muerto, y el oscurecimiento del cielo impide que crezcan nuevos árboles.
Antje Boetius, investigadora polar y directora del Instituto Alfred-Wegener de Alemania, explicó que el invierno actual (año 2020), es 10 grados más cálido que el que midió Fridtjof Nansen hace 125 años en el Polo Norte. Por primera vez, se pudieron comprobar las complejas interacciones del Sistema Climático, entre: la atmósfera; los hielos; el océano; y las diversidades de las vidas quehabitan en el Ártico.
Los científicos convivieron en el Ártico durante el crudo e inhóspito invierno, dónde han podido realizar comprobaciones asombrosas, ¡la principal!, que el invierno actual está 10C° más cálido que hace más de un siglo. Lo paradojal es que desde las Naciones Unidas y sus Organismos idóneos se debaten apasionadamente los aumentos de 1, o 2C°, ¡sin priorizar!, que en el Polo Norte (Ártico) se está calentando mucho más rápido y con mayor diferencia en el cambio de temperaturas. Situación que se comprueba en el año 2020, lo que demuestra que los deshielos en el Polo Norte se están produciendo a mayores velocidades y volúmenes de lo que se estima y afirma actualmente. Realidad que interroga alasinvestigaciones científicas que se llevan adelante sin objetividad de observación de lo que sucede en la Naturaleza, y que, los resultados actuales no hacen las lecturas correctas del Calentamiento Global.
Según la investigadora Michalea King del Centro de Investigaciones Polares y Climáticas BYRD, de la Universidad de Ohio, que fundamenta que se trata de un ciclo perverso combinado entre los procesos de la Naturaleza con los antrópicos que se suman en proyectar la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera, por: el Calentamiento Global; y la quema de combustibles fósiles como el carbón y el petróleo, los que, juntos elevan las temperaturas de los climas de la Tierra, causando grandes y graves fenómenos indetenibles, como las sequías. Se “secan” los bosques y se hacen más proclives a incendiarse. Al quemarse (en la costa oeste de EE.UU., en Australia, en la Amazonia, en la Siberia, en el Círculo Polar Ártico, etc.). Los grandes bosques del Planeta pasan de ser almacenes del Dióxido de Carbono (CO2) porque lo absorben de la atmósfera en condiciones normales, a emisores netos del mismo, tributando a la alta concentración de CO2 atmosférico, generador del Calentamiento Global.
“Un gigante se despierta”. El permafrost es suelo congelado de regiones muy frías, o glaciares que retienen gases de efecto invernadero, causantes del Calentamiento Global, como el dióxido de carbono (CO2)y el metano (CH4), los que se liberan en la atmósfera en forma natural por el aumento del calor con los rápidos e indetenibles deshielos que se están produciendo en forma cada vez más acelerada, principalmente en los dos Polos, y en los grandes Glaciares. Los científicos que estudian estos comportamientos nos están alertando que el permafrost es suelo que ha estado bajo el punto de congelación del agua (0°C, ó 32°F) durante muchos años como yacimientos/bolsones que se encuentran en latitudes polares y en las altas montañas congeladas (glaciares), y otras regiones muy frías.
El gas Metano es treinta veces más potente que el Dióxido de Carbono lo que es indicativo que las liberaciones de estos gases en forma natural y progresivamente aceleradas, combinándose en la alta atmósfera con otras emisiones de diferentes orígenes que también se acumulan de forma indetenible y cada vez en ciclos con tiempos más cortos, como: con las tefras de las erupciones volcánicas en cadena (vapor de agua, dióxido de carbono, ácido sulfúrico, y otros); las finas arenas de las gigantescas tormentas que se levantan desde los desiertos; las giga toneladas de cenizas de los grandes incendios; y en menor medida los aportes antrópicos; todo lo que se conjuga configurando la dramática realidad actual, cada día que pasa, más críticos y agravados por las reacciones en cadena que se producen como efecto dominó, proceso que se define por los científicos como “tipping points”, o “puntos críticos de inflexión” los que ya están alcanzando los desequilibrios del “no retorno” por las interrelaciones propias de la Naturaleza, y ¡no!, por los efectos de las actividades humanas.
A finales del año 2019, un artículo publicado en la revista Naturepor un grupo de expertos climáticos señalaban que nueve de los “puntos de no retorno” mencionados por el IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, creado en el año 1988 por el PNUMA, y la OMM - Organización Meteorológica Mundial) pueden alcanzarse con solo un alza de la temperatura de entre 1 y 2°C respecto a los niveles preindustriales. Los “puntos” identificados ya están activos y muestran “evidencias de los cambios que forman los grandes desequilibrios”, explicó uno de los científicos a la BBC, informando que “hay suficientes evidencias científicas como para declarar un estado de emergencia planetaria”.
LOS HECHOS SON MÁS CONTUNDENTES Y DEMOSTRATIVOS QUE LAS MENTIRAS
La Naturaleza está actualmente procesando sus cambios, obligada por el Cambio Climático y por los efectos del Calentamiento Global. Casi ocho mil millones de urgidos habitantes estamos siendo condicionados por los eventos climáticos extremos, los que nos embretan aceleradamente en ciclos cada vez más cortos y peligrosos para la continuidad de la vida.
Los ecosistemas se están colapsando; la biodiversidad está desapareciendo aceleradamente; las escaseces de agua y alimentos se hacen cada vez más crónicos por los irregulares regímenes de lluvias con extensas sequías las que producen grandes crisis agrícolas, y las crecientes hambrunas; las contaminaciones antrópicas con crecimientos indetenibles por la progresiva explosión demográfica, conjunto de realidades que aumentan y agudizan las crisis complexivas, de: seguridad, gobernabilidad, trabajo, hambrunas, movilidad, sanitarias, migraciones, guerras, etc.
El Sistema ideológico/político que impera en el mundo entero de la explotación del humano por el humano, ¡se agotó!, ¡autodestruyéndose!. Encapsulado dentro un mundo globalizado ha chocado violentamente con un gigante como la Naturaleza, la que hace y actúa, ¡por sí!, y !para sí!, articulando una dinámica propia que nos contiene, permitiéndonos a los humanos convivir con ella, porque nuestro planeta está conjugando su nueva realidad, la que no conocemos, y frente a la que deberemos de adaptarnos rápidamente, si queremos sobrevivir en el nuevo mundo.
La humanidad toda ha entrado en un conflicto de carácter de supervivencias, lo que no permite que se pierda un sólo instante en las tomas de las decisiones estratégicas, ni se tiene, como colectivo el derecho a equivocarse, porque, de las decisiones inmediatas dependen la continuidad de las vidas de la gran mayoría de la humanidad. Los cambios que se producen con una rapidez fulminante, y que determinan y definen un sólo camino por dónde deberemos andar en el futuro inmediato. O, nos adaptamos armónicamente con los cambios que procesa la Naturaleza, o pereceremos sin derecho a protestar.
Que recuerden aquellos que tienen los recursos y el poder político. El Calentamiento Global también los contiene a ellos, y que la Naturaleza, no hace, ni hará nada que los exima de los cambios que se procesan porque su administración capitalista destruye los intereses estratégicos de la Naturaleza, su ¡esencia! es depredadora.
Que no sigan con sus mentiras, de que: ”el cambio climático, de alguna manera tocará a otros, porque no será tan apocalíptico, ni globalizado, ¡sólo! es puro catastrofismo”.
Los grandes capitalistas desde los centros de poder mundiales nos argumentan, aconsejándonos para que obedezcamos: ...“que el nuevo modelo es impulsar un crecimiento bajo en carbono y resistente al cambio climático, es la mejor vía para lograr beneficios económicos y sociales de largo plazo. Una acción climática más decidida generaría unos 26 billones de dólares en ganancias netas globales desde ahora, y hasta el 2030, por eso, ¡hay que mantener las rutinas actuales!”.