29.MAR.21 | PostaPorteña 2195

“CIENCIA” TRUCHA (5)

Por RICARDO

 

TOTALITARISMO INQUISITORIAL REAL

 

 (Nota anterior AQUÍ )

El pensamiento único PLANdémico es tan totalitario y dogmático que no solo nos reprimen y censuran a todos los que cuestionamos la religión pasteuriana virófoba, como explicación de las enfermedades, sino que también, como en plena Santa Inquisición, se busca por todos los medios QUEMAR a todos aquellos que dicen, (lo que para nosotros es el ABC) que NO HAY PANDEMIA DE ENFERMOS, SINO ÚNICAMENTE UNA PANDEMIA DE TEST, o dicho de otra forma de “casos” positivos… 

Es decir, como no hay ninguna respuesta real frente a quienes decimos que la cuestión de la enfermedad y la pandemia es mentira, que no es más que el pretexto sanitario para aplicar un PLAN de opresión y domesticación de la humanidad, los inquisidores del poder (que incluye a los medios) solo atinan a cubrir con descalificativos baratos (seguidos en muchos casos por amenazas), a cualquiera que diga un POQUITO DE TANTA VERDAD. 

El totalitarismo plandémico, no entiende de argumentos, ni responde argumentando. Ni siquiera argumenta acerca de lo falso, sino que tira mierda, insulta y sobretodo siembra pánico por todos los medios a su alcance. Es decir procede como los INQUISIDORES DE SIEMPRE sembrando el terror, sometiendo con el miedo al cándido y ovejil espectador televisivo.

El ataque ABSOLUTISTA es tan brutal, que hoy no basta con rezarle a Dios, o admitir la mentira de los “virus malos” como legó el Dios Pasteur, con que se forman a los médicos y virólogos oficialmente [1] y denunciar que ni siquiera con eso prueban la existencia de una pandemia. Cuando se habla en los medios oficiales que recitan durante 24 horas, las loas al PLANdemismo, con hablar aceptando la hipótesis de un supuesto “coronavirus” que sería, la encarnación del propio DIABLO y que sería, “mucho más malo”, que todo lo que la humanidad había conocido hasta ahora. En efecto, como se verifica con las estadísticas oficiales no manipuladas por la propaganda, en ningún país del mundo, ese monstruoso virus, se mostró más malo que el de cualquier gripe. El hecho de que, en ningún país, haya muerto más gente que en años anteriores de la gripe que llaman “covid 19”, confirma que nunca hubo “pandemia”, sino plan socio político y económico para destruir la actividad humana que la élite dominante no considera rentable para ella. Para negar esta evidencia los   inquisidores, no responden, sino que miran para otro lado, y basta con denigrar y amenazar a quienes la revelan. En realidad, se cagan en lo que pasa con la salud de la población y si realmente este invento hizo o no mal a la gente, lo único que les interesa es que sigan teniendo TERROR al DIABLO del coronavirus, porque con él se seguirán sometiendo al DIOS dinero, gobierno.

Tomemos, por ejemplo, el brutal ataque, que los medios inquisidores realizán contre el  Dr. Javier Sciuto, frente a sus declaraciones públicas. 

Empecemos por estas  https://www.youtube.com/watch?v=6bG9j2P2afo [2] ( la entrevista comienza en el min 1.00)

Las mismas se hicieron antes de la navidad de este primer año plandémico (2020) en el programa Bajo La Lupa…y removieron todo el avispero, no solo en Uruguay, sino en toda la región sudamericana.

Así titula el periodista Esteban Queimada  la entrevista: Se cae la mentira de los covid-positivos. Entrevista con el Dr. Javier Sciuto. La palabra calificada de un profesional médico, coordinador y docente de bioestadística de la Facultad de Medicina: Santa Casa de São Paulo-Brasil, especialista sénior en informaciones científicas, para entender lo que está pasando con los test RT-PCR en Uruguay.

Lo primero que debiera llamar la atención es que, los periodistas para presentar a quien viene a decir algunas verdades internacionales sobre la TRUCHADA de lo que se presenta como “ciencia”, tenga que insistir tanto en los títulos “científicos” que tiene el entrevistado. 

En el mundo del espectáculo, no interesa en absoluto la sabiduría popular que siempre desconfió de quienes anunciaban “el fin del mundo” desde el poder, con las pestes y virus. Solo interesa lo que dicen los grandes “especialistas” mundiales, aunque   siempre (en todas las pretendidas pandemias anteriores) se hayan equivocado de punta a punta, como los Fauci o los Drosten y hasta sus títulos sean falsos. Para quienes nos basamos en la experiencia humana, en lo que realmente se prueba y no en supersticiones médico-ideológicas, al contrario: desconfiamos más, si el personaje es justamente un “especialista” o un médico, no solo porque todo lo que se enseña en las facultades de medicina al respecto de virus y pandemias, es   propaganda y no conocimiento probado, sino porque quienes hablan de esos temas en los grandes medios tienen intereses económicos en mentir. Mienten y saben que mienten. Más todavía, porque tanto los medios, como las universidades en que se forman esos “especialistas” son propiedad de la mismísima élite plutocrática internacional de Soros, Rockefeller, Gates… y en última instancia del sistema bancario mundial, de la aristocracia financiera. 

El corporativismo medico/periodista es tan monopólico y absolutista (expresión exclusiva de la bancocracia mundial) que, aunque Sciuto sea presentado con todas esas credenciales, basta que haya cuestionado en algo, lo que venden como “verdad única”, para que el periodismo mayoritario le exija la prueba de sus títulos y lo denigre por todas partes diciendo que no ejerce como médico: efectivamente varios medios hicieron creer que, “¡no es ni médico!” ¡Los mismísimos medios que no le pidieron ningún título al chanta, impresentable de Drosten, que no solo había cometido el delito de presentar un test falso (multiplicando el número de ciclos del protocolo) para que diera “positivo” absolutamente cualquiera, sino que parte de algo que sabe que es falso (el mismo PCR, para descubrir virus) para poder mentir y que su mentira sea avalada por todos los PAPAS de la INQUISICIÓN MEDICAL OFICIAL

Lo segundo, es que la manipulación PLANdémica es tal que, Sciuto se siente obligado a aclarar que las afirmaciones que se realizan no se hacen contra nadie, sino por el bien de todos…, que no pertenece a ningún partido político (camiseta política), porque evidentemente ese campo de la politiquería barata entre derecha e izquierda, gobierno y oposición es el único campo en el que se mueve todo el espectro político oficial mediático mundial (¡y Uruguay no es una excepción!): todos aprueban el plandemismo y solo discuten sobre las modalidades y oportunidades de aplicar las medidas plandémicas totalitarias.

O sea que, para solo entrar a decir alguna verdad, debe también aclararse que está afuera de ese campo politiquero y putrefacto, en donde, agregamos nosotros, todos son cómplices de la GRAN MENTIRA OFICIAL y de destruir la vida de los seres humanos. 

Recién con esas aclaraciones, Sciuto comienza a hablar de la “cruzada” por la   “desconfianza”, en función de las medidas que se toman, no solamente acá, sino a nivel mundial” y de la “desproporcionalidad de las medidas” [que provocan un] “impacto socioeconómico dramático”, lo que a su vez va a repercutir en la salud de las personas.    No hay una racionalidad…, en las cifras que se manejan…todo es Covid…”

Pasa luego a aclarar la diferencia entre “la enfermedad (Covid)” y quienes dan resultado positivo en el test del SARS 2…”; y denuncia que “nos olvidamos” que se puede ser positivo y no tener la enfermedad covid, cuyo síndrome es un conjunto de síntomas y signos bastante vagos (inespecíficos), porque fiebre, tos…, cualquier otro virus puede darlo” [3]... “Es una pandemia de falsos positivos

Lo que más duele, en el ambiente PLANdémico, milico e inquisitorial  impuesto, es que un profesional de la salud, diga claramente que tampoco la enfermedad es nueva o específica, sino que esos síntomas que caracterizan el invento Covid, son inespecíficos e iguales a los de cualquier resfrío o gripe. 

¡Que esa mierda con la que nos asustan, es pura invención y propaganda!

Denuncia que la prensa asimila todo al “covid”, cuando la gran mayoría de los casos solo son “falsos positivos”. Es el centro de su denuncia, por todas partes hablan de miles y millones de “covid” y eso es totalmente falso, lo que se detecta es que es positivo al SARS…, pero es falso afirmar que tienen covid, “no detectaste una enfermedad con patas[4],no tiene sentido” que se presente como que tengan la enfermedad a los que dan positivo.

Y agrega “no digan más que encontraron covid porque es una estupidez” a lo que Sciuto responde que, “nadie contesta sobre el fondo”…, que la defensa de la truchada se hace solo en base a amenazas (“te voy a romper los dientes”) e insultos: “vos sos un bolche, vos sos un facho…, soy como un antibiótico de amplio espectro”  

A lo que el periodista pregunta “¿No le parece raro que sus colegas” avalen eso? …” apretando a Sciuto que, efectivamente explica que el punto de vista dominante es absolutamente cualquier cosa, oponiendo lo que considera la verdadera ciencia experimental, su experiencia en bioestadística, e intenta hacer un llamado a “ver la cosa de forma objetiva, a no aceptar tan fácil”…, explicando que “falta de expertise por parte de los médicos porque no manejan…,el talón de Aquiles de los médicos, es justamente su desconocimiento de la bioestadística… dado que no reciben formación para ello…, por lo que aceptan todo lo que viene en bandeja” …”lo que está pasando no tiene una lógica, es un sinsentido…”…aunque otros médicos “se tienen que callar la boca”…, porque si el grado 5 dice esto es así…vos te tenés que callar la boca…”

Sciuto, denuncia que las cosas se aceptan por el autoritarismo despótico de la pseudo ciencia y no porque las cosas sean así…” he visto cosas de los ‘grado 5’ que son realmente una vergüenza…”, aunque luego quiera anticipar contra los descalificativos que le serán dirigidos “le tengo respeto, por supuesto”, como con temor a ser excomulgado…, aunque agrega: Y lo peor es que cuando uno argumenta…, ellos “omiten, no te responden…”

Es decir, Sciuto se afirma en su experiencia en bioestadística para contraponerse a la truchada de los medios plandémicos (téngase en cuenta que esto también le será cuestionado), pero señalando siempre el respeto hacia sus colegas y profesores y sin criticar para nada los dogmas fundamentales de la medicina académica y solo tocando, de costado, el asunto de los intereses económicos que compran a médicos profesores y facultades. Aunque no esté formalmente acusado de nada, la posición de Sciuto insistiendo en cada denuncia con que le tiene respeto a sus profesores y a los grados 5 universitarios, hacen acordar a los acusados en los tribunales de la Inquisición que a cada palabra pronunciada debían decir que creían en el Dogma de dios y el diablo.

Luego Sciuto denuncia el miedo creado por las falsas informaciones; Sciuto y el periodista de “Bajo La Lupa”, cuestionan muchos otros elementos como por qué no hacen otros test algo más fiables, las normas absurdas para no salir a la calle, o mantener normas siempre más absurdas del distanciamiento social o que no se tenga en cuenta la inmunidad del rebaño…, o lo de salir a pasear con tapabocas…, llegando a decir “este virus no hizo nada” … “Si este virus fuera mortal estamos todos bajo tierra”…, recordando siempre el brutal “impacto socioeconómico” y hasta sobre la totalidad de la vida (sexual, inmunológico…). “Existe una inconsistencia tremenda en toda la normativa”,  los medios dominantes, el agravamiento de la salud causado por los mensajes que hablan de enfermos que no lo son..., pasando luego a hablar de las medidas, como el tapa bocas, “que no tienen ninguna justificación…, dando ejemplos concretos de bioestadísticas, explicando que no tiene ninguna incidencia positiva el uso de máscara en ninguna parte (dando el ejemplo de Dinamarca), que se están sacrificando vidas…”no hay ninguna evidencia significativa de que produzca un beneficio en la comunidad el uso de máscaras”…, o de que “con el cuento del coronavirus se olvidaron de la gripe…”, “no tiene sentido…”

Se ríe, con razón, de que el 2020 fue un año sabático para la gripe normal porque este año clasificaron todo como “coronavirus” …, para producir miedo y luego vuelve a concentrarse en el TEST, que es “binario” e “indiscutible”, al que califica de “centro de gravedad del mundo”, PCR, el hisopado… en el que se basa absolutamente TODO. 

“Todo el tramado, las decisiones terapéuticas, conductuales…, todo es Covid, todo es por COVID…y todo se explica por el famoso TEST…” “Entonces, se elevó una carta al Ministerio de Salud Pública (del Uruguay) preguntando como es el test, en base a la Ley de transparencia…recibiéndose una respuesta sobre cuantos ciclos se utilizan…; la respuesta es que se utilizan hasta 40 ciclos y que el punto de corte es de 35 ciclos…”, “a partir del cual se hace positiva una muestra” …

Aunque diga no ser especialista en PCR (lo que es mejor, porque está diciendo que no tiene que mentir como hacen los especialistas), explica bien que, “la técnica no permite saber si hay virus o no [5] sino solo que hay “material genético”… , explicando que “oficialmente, lo que leen y repiten como loros los medios…, ni siquiera es en cuantas veces se replicó ese material genético (número de ciclos)…sino que solo retienen “positivo covid”…y luego se amplifica diciendo tantos “casos”…, tantos “positivos”…, lo que por supuesto es una cifra que NO puede ser significativa si no se dice cuántas replicas o ciclos se aplicaron”. ¡Que con esos 35 ciclos…cualquier cosa da positivo! “El tipo está más sano que nosotros…y se dice…positivo covid ¡Covid! “¡Cómo si se tratara de un enfermo!”… “Los médicos certifican como enfermos de covid a los que no tienen absolutamente nada”. Eso es lo que crea la pandemia   de miedo: la truchada de la medicina dada a publicidad por los grandes medios.

La estafa es mucho peor, porque quienes determinan que son 35 ciclos, con los que hay que testar, saben perfectamente que eso mismo confirma que todo lo del test es una TRUCHADA, porque con esa cantidad de ciclos da positivo y hasta como “enfermo” ¡UNA PAPAYA! como ha sido probado…, pero frente al nivel de la prensa, la denuncia de Sciuto es válida y hasta repercute en la opinión pública ABRIENDO CABEZAS, frente a la mayoría imbecilizada, que cree en los test, los positivos y los enfermos…que nos cuentan, y hasta si te descuidás,…en la historieta de los murciélagos, el milagro de su transformación  (toda mitología dogmático tiene sus milagros), en horribles seres invisibles…y culpables de todo. Aclaremos de paso que tampoco fue probado ni la virginidad de María, ni la multiplicación de los panes, ni el milagro del virus pasando de una especie a otra, ni siquiera se comprobó que un ser tuvo o trasmitió el famoso coronavirus. Lo único que está comprobado que ese milagro y esa creación del Diablo, sirvió de pretexto para imponer todas las medidas dictatoriales que padecemos.

¡Pocos se preguntan ¿quién gana con el crimen resultante del encierro de la humanidad?!

Sciuto explica bien que se aumentan los ciclos para que haya más positivos, que en esa falsificación se basa el Ministerio de Salud Pública, así como denuncia a los “lindos nenes” de Corman y Drosten…que diseñaron toda esa estrategia de FALSIFICACIÓN para inventar la pandemia. Se basa en la denuncia que se hace Pieter Borger de los “10 talones de Aquiles” (o mejor dicho truchadas) en las que se basa el trabajo de Drosten, así como en la crítica de Bernard La Scola de la Oxford Academy, con pretensiones mucho más experimentales basadas en la “cultura de virus en cientos de miles de pacientes”. Lo importante es contrastar con la mentira en la que se cree oficialmente, en donde “no hay ni control positivo, ni control negativo, ni tampoco cultivos”

“Ese estudio, el de La Scola, llega a la conclusión (insistiendo que es muy claro lo que muestra y que ni siquiera para entender se necesita saber estadísticas) de que una persona que da positivo a los 35 ciclos tiene menos de 3 por ciento de posibilidades de tener el virus”. Lo que se sabe entonces es que el 97 por ciento no tienen el virus, podríamos agregar que el 3 por ciento restante tampoco se puede estar seguro que lo tengan, que ni siquiera eso se ha probado, pero sigamos al nivel de la medicina oficial con quien Sciuto polemiza.

Lo que más le ha dolido al establishment medico/dogmático es que Sciuto aplique eso al Uruguay del presente… “¿cuántos de los 712 que ayer dieron positivo…, tienen el virus…, si se aplicaron los 35 ciclos…no llegan ni a 20 personas (luego dirá: ni 15!)”. Los números asustan, pero son falsos. La revelación es brutal, en un ambiente dominando por el totalitarismo plandémico y el periodista Queimada de Bajo la Lupa, aprecia la misma con la importancia debida: “es increíble la manipulación del dato…, desde ya, desde el test…, es la piedra angular, el que marcan las estadísticas…” 

Un poco más adelante, en la misma entrevista, Sciuto explica que todas las cifras oficiales ratificadas por el Ministerio de la salud asustan”…, “sin ir más lejos mis padres están atrincherados, me quieren ver de lejos…, me tocan con una vara…”…, pasando lógicamente a hablar de la “distanciación” y la separación de los humanos, de la pobre gente a la que se los condena en base al test trucho a ver a sus seres queridos a través de mamparas o “preservativos humanos” y Sciuto agrega, eso lo veo como una maldad, como un morbo”…

En realidad,  Queimada el periodista de “Bajo la Lupa” y sus entrevistas son una excepción a la dictadura totalitaria de la elite plutocrática mundial, porque llega incluso a denunciar la manipulación de los datos de los medios y el gobierno como un delito contra la vida de las personas. Es una valiente excepción, sobretodo en un país en que todo el espectro periodístico y político se plegó al PLANdemismo y son unánimemente alcahuetes del poder. Lo que no es una excepción, porque sucede en todo el mundo, es que en los días siguientes le hayan llovido a Sciuto y a Esteban Queimada, todo tipo de descalificativos e insultos por redes y medios por gritar verdades: el despotismo inquisitorial basado en el dinero contante y sonante campea en todas partes, y fundamentalmente entre los periodistas alcahuetes.

“El mundo gira alrededor del test”… “ya te tengo como positivo…, ahora cuarentena…hisopados,…controles…, te da miedo…, te privan de ir a laburar…”… Es un hecho público, en base a ese señor Drosten “que está siendo penalizado”, con razón…el Ministerio de Salud pública…, impone todas esas medidas que producen miedo, encierran…etc. Por eso yo le llamo MENTIROSOS POSITIVOS

Porque ni siquiera son falsos positivos, te están mintiendo a propósito

Y agrega: “lo peor que le puede pasar a un test, a cualquier procedimiento diagnóstico, es que se comporte como el azar…, como que vos vengas a mi consultorio y yo te digo flaco aguantá un poquito tiro una moneda y da cara…pa flaco la quedaste estas enfermo… Pero peor todavía es cuando la moneda tiene las dos caras iguales…, te va a mentir a propósito…y aunque vos digas que estás bien…, que no tenés ningún síntoma de nada…tenés Covid…”…

Para mí, esta es la conclusión más importante de Sciuto porque, efectivamente el test está hecho para mentir a propósito, lo que para mí, confirma que toda la medicina oficial, no es más que “ciencia” trucha, porque el método general ha sido desde Pasteur a Rockefeller, desde Koch a Fauci, desde Gallo a Tedros desde Fergurson a Drosten…, el reino de la truchada al servicio del interés económico y militar del capitalismo mundial.

Sciuto y Queimada en  “Bajo La Lupa”, cuestionan muchos otros elementos como por qué no hacen otros test algo más fiables, lo ridículo desde el punto de vista de la salud, de las normas de no salir a la calle, o mantener siempre más distanciamiento social (medidas morbosas) o que no se tenga en cuenta la inmunidad del rebaño…, o lo de salir a pasear con tapabocas…, llegando a decir “este virus no hizo nada” … “Si este virus fuera mortal estamos todos bajo tierra” …, recordando siempre el brutal “impacto socioeconómico” y hasta sobre la totalidad de la vida (sexual, inmunológico…). “Existe una inconsistencia tremenda en toda la normativa”, etc.

Cuando algunas semanas más tarde participa en la Gira por el interior para explicar la “otra cara de la pandemia”…, es decir que es una falsa pandemia, o “verdadera pandemia de falsos positivos”, inventada exclusivamente en base a los test positivos y expone ante algunos periodistas, la tremenda falsificación de los test…, es realmente acosado en nombre del oficialismo en el puro estilo de la INQUISICIÓN PLANDÉMICA UNIVERSAL. A pesar de que Sciuto se sitúa solo en una posición informativa denunciando lo más grueso de la falsificación, mostrando que se aumentó artificialmente los parámetros de “CT” ( es el umbral del ciclo, el punto de corte) para producir miedo en la población, es cuestionado como si realmente cuestionara todo el andamiaje religioso dominante.

Aunque Sciuto, cuestiona el protocolo y el test del PCR sobre el coronavirus y el despotismo actual de los médicos oficialistas (totalitarismo), no cuestiona en general la mentira de los test PCR (para testear cualquier virus), ni tampoco cuestiona la ideología en general de los virus malos que enferman a la gente, ni en general el dogma fundamental y oficial pasteuriano que, reina despóticamente en la medicina. Al contrario, desde sus primeras intervenciones aclara que, al principio, también creyó en la información oficial,  incluso de la OMS, hasta que, en abril 2020, fue descubriendo sus incoherencias, falsedades…etc. y que incluso sostuvo al principio las posiciones más extremas de encerrar a todo el mundo. También aclara por todas partes que adhiere en general a lo que aprendió en la facultad de medicina, aclarando incluso que “no es un antivacunas” en general (¡como dicen denigrando los oficialistas!) y, como para suscitar la máxima confianza, en médicos y afines, subraya   “tengo todo mi carnet de vacunación al día…, me vacuné contra la gripe, contra el neumococo, incluidos los sucesivos refuerzos por el tétanos” Cuando se le explicita la cuestión sobre la vacuna del coronavirus, explica, primero que se niegan las terapias sencillas, frente a un virus que se ha probado que no es ni grave, ni letal…y, solo luego, habla la propaganda por vacuna covid: “la única vacuna de la que realmente hay información, es la de Pfizer, que dice que es eficaz al 95 por ciento, pero que en realidad  no es ni eficaz, ni segura, explicando que en la publicidad de esa vacuna se miente abiertamente.

Incluso con todo eso no se reivindica, como sería lógico, contra toda la vacuna del supuesto coronavirus, sino que llama al respeto de la libertad: “qué se vacune el que quiera…, yo no me voy a vacunar, ni quiero que vacunen a mis hijas.

En una entrevista posterior de febrero 21, explicando que lo que llaman vacunas no lo son, que son en realidad terapias génicas…y la compara a una ruleta rusa, lo hace también sin llegar a la raíz de la cuestión “vacunas”, como son denunciadas en el mundo entero de buscar infertilizar o matar a la gente, sino exclusivamente porque no han demostrado ni efectividad, ni inocuidad y haciendo referencia a lo que las mismas farmacéuticas reconocen como riesgo inherentes a la insuficiente experimentación y hasta a la FDA, que reconoce el riesgo de las reacciones adversas severas. ¡O que se vacunará a gente que NO tiene ninguna necesidad porque ya tiene anticuerpos (aclarando además que la mayoría de la población ya los tiene)!

Increíblemente (bueno, si estuviéramos en una situación en donde reina la libertad), esta modestia y suavidad, buscando el consenso por la libertad medical, pero, en vez de suscitar comprensión y buen entendimiento, fue como exponerse a las fieras inquisidoras que lo acusarán de no ser médico, o bien de querer sacarle el título por una cuestión de ética: ¡Cómo si la ética fuera la dictadura PLANDÉMICA con obligatoriedad VACINAL!

Peor, vi un programa en donde locutor e invitados, periodistas y propagandistas medicales oficialistas, le reprochaban a Sciuto “haber cambiado”.., “usted antes creía en el discurso oficial y ahora es raro que haya cambiado, ¿cómo se explica?”   Afirmando lo esencial de la Inquisición PLANdémica Actual, y no pudiendo rebatir nada, ni responder a ningún argumento, como jauría de fiscales inquisidores, le reprochan “¡pero usted cambió!”, “que raro”, eso es sospechoso. El ambiente absolutista del plató televisivo deja la polémica sobre el contenido de la discusión, transformando a Sciuto en un “sospechoso por haber cambiado”: ¿no habrá intereses económicos en ese cambio? O sea que los mismos que ni se plantearon lo falso del Test oficial, ni los casos positivos, ni de la pandemia…, ni los títulos truchos de quienes armaron el plandemismo, ni los intereses económicos que hay detrás del PLAN para tapar la boca y confinar a la humanidad, acusan a Sciuto por haber cambiado o por “tener interés económico”

Sí, es exactamente el MUNDO AL REVÉS, del que hablaron tantos autores, salvo que ya estamos en ESE OTRO MUNDO del revés, el NUEVO ORDEN MUNDIAL…, en donde, todos somos sospechosos menos los partidarios de la PLANDEMIA Y LA NUEVA NORMALIDAD. Esa nueva normalidad, se va instalando a pura TIRANÍA, sobre la vida (encerrándola, tapándole la boca…), sobre la relación entre los seres humanos (controlándolos, distanciándolos…) y consecuentemente culpabilizando a quien piensa, a quien cuestiona, a quien no acepta EL DOGMA IMPUESTO POR LA FUERZA del dinero y la violencia despótica.

Ahora bien, cuando se le pregunta el porqué de ese seguidismo oficialista por el test, Sciuto responde acertadamente que hay interés económico, pero lo limita al mercado de la venta de test de PCR, que vale como 100 dólares y que debe haber muchos que están ganando mucho dinero con ello. Esta respuesta, es inmediatista y por eso desacertada.

En realidad, los PLANDEMISTAS (los que dan información falsa y mienten descaradamente), no son los que tienen interés económico solo en “vender test” (aunque si sea cierto que en Alemania los que inventaron la falsificación en torno a Drosten, si están interesados en vender esas y otras porquerías truchas para ganar dinero), sino que es la aristocracia financiera mundial que lanzó la TRUCHADA de que hay una PANDEMIA, que dictaminó el protocolo para inventar “casos” positivos y montar la TRUCHADA del TEST. 

O sea que el interés económico real, no es solo para vender test (porque en realidad venden de todo, hasta mentiras, al por mayor), como parecería desprenderse de lo que dice Sciuto, sino de destruir totalmente la economía productiva y vital de la humanidad, en beneficio exclusivo de los que viven del capital dinero, del capital financiero. Por supuesto, que esto no se lo podemos reprochar a Sciuto, que es “solo un médico” y que acepta que lo encierren en el modelo de esa profesión, aceptando sus dogmas fundamentales (ideología del cuerpo como batalla militar entre el ataque de microorganismos y la defensa inmunológica, teoría del contagio, etc.)

En realidad, toda esa cuestión de la salud es solo un pretexto de un plan global elitista cuyas raíces no pueden encontrarse en una cuestión de salud, sino en las determinantes económicas políticas de la opresión y la explotación internacional.

Por otra parte, en el grupo que constituyen de protesta como la “caravana”, hay otras personas y compañeros que sí, realizan esa globalización, como por ejemplo hace Salle, que expone muy claramente que la cuestión de la pandemia no se explica a través de la “salud” sino partiendo de la dictadura de una élite mundial. En realidad la crítica de Sciuto, al restringirse al aspecto sanitario, recién empieza a asumir la crítica que en el mundo entero la humanidad realiza de la tiranía PLANdémica actual, que es a su vez la expresión moderna de la resistencia global de todo el género humano contra la tiranía del dinero.

No alcanza con gritar, “todo esto de lo sanitario es trucho”, porque el plandemismo sigue avanzando, con encierro, tapabocas y vacunas, siguen creando “nuevas variantes” y nuevas olas de plandemia, siguen parando la economía, destruyendo medios de vida y domesticando a toda la especie humana.

Ricardo


[1]  Téngase en cuenta que, en los medios académicos, que unánimemente están sometidos al interés de la industria farmacéutica, médicos y virólogos aceptan esto como dogma, dado que en ninguna universidad y/o centro de investigación (como el mismísimo instituto Pasteur de Paris) se experimenta con algún virus real, dado que nunca lograron aislar uno, y mucho menos han podido probar que algún “virus” podría haber causado alguna enfermedad.

[2] Como a veces el canal anda mal, o lo censuran, si dicho link no funciona se aconseja ir al siguiente (a mí ya me pasó que el link directo del programa anda mal y vas a parar a cualquier otro): https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=3841932969161460&id=100000343834761&sfnsn=wiwspwa. También tenemos en cuenta otras entrevistas/reproches que se le hicieron como: https://www.facebook.com/sanjoseahora/videos/362942201415171/

 Por supuesto solo tomamos algunos ejemplos de las declaraciones que Sciuto hizo, sin ninguna pretensión de exponer todo lo que esta persona dice, y solo tomando como criterio el antagonismo entre el dogmatismo inquisitorial dominante y la voluntad de Sciuto de denunciar lo más grosero del plandemismo. 

[3]  Con esta afirmación de que son los virus los causantes de las enfermedades, Sciuto está como inclinándose ante la “Verdad absoluta” de la “ciencia” como se hacía, al declarar algo que cuestionara parcialmente la “Santa Inquisición”.  En efecto, reconociendo como válidos e incuestionables lo que, desde mi punto de vista constituyen dogmas centrales del paradigma medico dominante, que nunca fueron probados. Lo subrayo, porque a pesar de esto, que es el equivalente histórico a repetir frente a la Inquisición, “creo en Dios todopoderoso…y temo la obra del Diablo”, sin lo cual te prendían fuego y ni te dejaban hablar, Sciuto se hará acreedor a todo tipo de insulto descalificativo por los absolutistas que reinan en el plandemismo sudamericano y mundial.

[4]  Esto de atribuirle a la enfermedad un causante como “bicho con patas” es típico de la religión medical virofóbica que es lo que se usa en la publicidad PLANDÉMICA, para atribuirle al virus un carácter de sujeto activo, cuando en realidad no es ningún bicho.  Sciuto se burla así de quienes creen detectar con el test positivo una enfermedad, sin embargo, él mismo cree que cuando el test da positivo se detecta realmente un virus, aunque no se tenga la enfermedad, lo que también es una concesión a la religión dominante. Los test positivos NO solo NO detectan, ni permiten afirmar que alguien está enfermo, sino que tampoco puede afirmarse que tenga ningún virus, porque ese TEST no puede en absoluto detectar nada de eso: nunca un test PCR puede determinar si hay o no virus. Eso forma parte de la truchada más general, como de la construcción trucha de que el cáncer o el sida eran enfermedades virales, que, se han verificado como totalmente falsas, como he denunciado en notas anteriores. Justamente cuando Sciuto da el ejemplo del SIDA y afirma “una cosa es decir sos HIV positivo y otra es tener SIDA”, vemos que no está al tanto que también con el SIDA, se pudo comprobar que la relación con el HIV fue una truchada generalizada y que quienes recibieron el premio nobel por “descubrir el virus del SIDA”, eran unos vulgares falsificadores que, también debieran ser encerrados por criminales y genocidas (como el Dr. Gallo) porque, como los Fauci y Drosten hoy, se llenaron de oro a costillas de miles de muertos por terapias falsas y químicos mortales (como el AZT) contra fantasmas inventados. (He iniciado una nota futura, explicitando este otro gran jalón de la “CIENCIA” TRUCHA) 

[5] ¡Lo que, a mi ver, es muchísimo  más claro que decir que los “positivos” si tienen el virus como pareció decir antes (en la misma entrevista), lo que sería una concesión al método mismo del PCR para detectar virus, que es una fantástica truchada!


Comunicate